30 de agosto de 2014

Delirando...

Qué hora será? No tienes ni idea, pero hoy el cuerpo te pesa más de lo normal. Por no poder, no puedes ni abrir los ojos. Y por cierto, tampoco puedes respirar por la nariz! Joder! Al darte cuenta de que llevas un rato respirando por la boca, te haces consciente de lo seca que está. La cierras, se llena de saliva y, al tragarla... Dios! Es como si tragaras cristales!

Él está a tu lado, respirando tranquilo. Duerme. Y a ti te encantaría dormir, tienes más sueño del que has tenido nunca! Si en ese momento, el mismo diablo te hubiera ofrecido el descanso eterno, tú lo hubieras tomado, sin dudarlo. Pero eso no ocurre. En cambio, ahí estás, en la cama, sin poder respirar, sin poder tragar saliva... Deseando morir y preguntándote si ayer bebiste tanto e intentando discernir si mereces estar así de mal.

No tienes ni idea de si ayer bebiste mucho, puede que sí. No sabes ni si tienes hambre. Pero llevas lo que te parece un montón de rato pensando en diferentes maneras de cocinar el pollo. Por tu cabeza pasa pollo tanduri, burritos de pollo, coronation chiken, croquetas de pollo... Ay madre, se te ha ido la cabeza? Estás casi segura de que ahora mismo no quieres pollo... No puedes ni tragar saliva!!

Y das vueltas en la cama. Y te duele cada músculo del cuerpo. Todos y cada uno. Hasta los que no sabes ni cómo se llaman. Y la garganta, eso es lo peor...

Ahora, lo que te faltaba. Estamos a 30 de agosto. Pero tú, en ese momento, tienes frío. Pero no fresquito de ese que mola por la noche, que dices: mmm qué airecito más rico... No. Frío del que se te mete en los huesos, sobre todo en la espalda. Frío del que te pone la piel de gallina. Frío del que consigue que te acurruques en posición fetal, debajo de la sábana, temblando. Qué coño pasa? Te vas a morir?

_ Tengo frío, amor. ( Ni siquiera sabes por qué lo dices en voz alta, quizás para comprobar que aún estás viva).

Y él, como tocado por el don de la clarividencia, o de la coherencia, llámalo cómo quieras, sin siquiera abrir los ojos, te dice:

_ Tienes fiebre.

Aaaacabáramos!! Eso no te lo podrían haber dicho antes?? Todo cuadra. Pero tú no lo veías. No te culpas, al fin y al cabo estás malita. 

Y hoy qué día es? Sábado? En serio? Te toca ir a fregar platos... Si hubieras quedado para cenar, irías? Seguro! Pues, hala, a fregar!

Y eso has hecho, ir a fregar. Ha sido horrible, pero te sientes orgullosa de haber cumplido. Por otro lado, te das cuenta de lo tonta que eres, porque al llegar a casa, en lugar de acostarte, te pones a escribir...

27 de agosto de 2014

El intercambio




A los 16 años hice un intercambio con Alemania en el instituto. Esto es: unos cuantos fuimos a Alemania quince días a casa de familias de allí y luego eran ellos los que venían a casa. Genial, no? Pues no. Fue una mierda.

Para empezar, no teníamos ni idea de alemán. Y eso es un problema, sobre todo en Alemania. Así, que no nos quedaba otra que intentar comunicarnos en inglés. Y, la verdad, el inglés tampoco se nos daba muy bien a ninguno.

Total que ahí estaba yo, con mis 16 años, inocente e ingenua ( sí, inocente e ingenua os lo juro!), sin poder comunicarme, en casa de una familia extraña. Y el colmo, la adolescente que me había tocado en suerte para hacerme la vida más fácil allí era una verdadera zorra.

Pensaréis que exagero. Así que os contaré en qué consistió mi primer día allí  y me entenderéis.

Llegamos a la casa y la niña me presenta a su familia. Ni siquiera recuerdo la cara de su padre, porque jamás volví a verlo en los quince días que estuve allí. A la madre, en cambio, la veía cada día, era la que me abría la puerta por la noche y me acompañaba a mi cuarto sin darme de cenar ni ná! Pero en fin, que me voy, estábamos con el primer día. Después de conocer a la familia, nos sentamos a comer. Medio librito de jamón y queso, medio!! Y cuatro macarrones, de verdad, sólo cuatro! Y en cuanto termino, me acompañan a mi cuarto.

Entonces no había móviles, ni whatssapp ni facebook, ni nada! Era la prehistoria! Y yo, con 16 años, estaba encerrada y sola en un cuarto en Alemania... No recuerdo si lloré, pero casi seguro que sí.

Después de unas horas que me parecieron años, Tanja (así se llamaba la zorra) se presenta en mi cuarto con un par de sacos de dormir, me da uno y me dice: come on! Ni me molesté en preguntar a dónde, no recordaba cómo coño se decía en inglés. Además, me daba igual a dónde, el caso era salir de ahí.

Después de un ratito en coche, nos dejan en una casa enorme. Al entrar y ver ahí al resto de españoles (y a unos mil alemanes) me dio un subidón! Nos abrazamos todos como si hiciera años que no nos veíamos. Y todos queríamos explicar lo mal que lo habíamos pasado hasta ahora y lo felices que nos habíamos sentido al ver ahí a los demás. La verdad es que ahora lo pienso y me da una pena...

Aún faltaba lo mejor, la experiencia que iba a marcarme para siempre consiguiendo que no olvidara nunca mi estancia en ese país. De repente, estando yo con mis amigas, la mar de a gusto y preguntándome para qué sería el saco de dormir, Tanja viene a por mí. De nuevo, escueta: come on! Joder, con lo bien que estoy? En fin, vamos...

Nos íbamos Tanja, su amiga Sandra, dos chicos que era la primera vez que veía y yo. A dónde? A un apartamento. Por llamarlo de alguna manera, porque se trataba de una habitación diminuta, con cocina incorporada y un sofá como único mueble.
En ese sofá estaba yo. Delante de mí, en la moqueta, por un lado Tanja y el chico moreno, dale que te pego. Por otro lado, Sandra y el chico castaño, dale que te pego también. En serio. Es en momentos así en los que te planteas cosas como: Dios existe? Y si existe, por qué me odia? Y si no me odia, por qué no baja ahora mismo a darles una paliza a esta panda de adolescentes salidos?? Joder, no sabía qué cara poner ni a dónde mirar.

Pero la cosa no acababa ahí, qué va! De repente, oímos como alguien mete la llave en la cerradura. Yo no me asusté demasiado, todo era posible para mí en esos momentos, hasta que vi las caras de horror absoluto que ponían ellos. Entró un tío, enorme, con una chica a lo que entonces yo ya imaginaba que era el picadero de la panda. Y este debía de ser el dueño del picadero o el jefe de la panda, una de dos, porque nos echó de ahí a patadas, literalmente. Y gritando como un energúmeno, el cabrón, que yo no sé lo que decía, pero nada bueno seguro!

Así,  que más o menos a las 4 de la madrugada, a unos 5 grados bajo cero estábamos los cinco en la calle. Ellas llorando, ellos soltando improperios en alemán, o quizás en chino, nunca lo sabré porque para mí sonaba igual. Y yo. Triste, aturdida y muerta de frío, queriendo a mí mamá y preguntándome quién me mandaría a mí apuntarme al puto intercambio?!

Al final, después de un par de horas sentados en un bordillo en la puta calle, Sandra se armó de valor y llamó a su padre. Las dos habían contado en casa que dormirían en casa de la otra y no les quedó otra que confesar. El padre de Sandra nos vino a buscar, cabreado también, como no, y la noche más larga de mi vida terminaba por fin, durmiendo con el saco de dormir en el suelo de su cuarto.

Esta historia es totalmente real. Lo prometo. Pero, al contrario de lo que pueda parecer, el resto de mi estancia no estuvo del todo mal. Viví al margen de Tanja y su familia de locos y hasta tengo algún recuerdo bueno :)

26 de agosto de 2014

La que se avecina...




Salgo de casa para ir a comprar y en cuanto abro la puerta, como si me estuviera esperando, abre mi vecina.

_ Oye, perdona!

_ Dime ( voy a poner cara de que me interesa, le doy un voto de confianza a la chica).

_ Ejque, mira, me da no sé qué desirte ehto... Pero que ya te vale, que te ejcuxamo' cada noxe y ya ehtamo' harto'!!

_ Cómo?( ha dicho lo que yo creo que ha dicho?).

_ Ya m'ha' oío! Qué ya vale! Q' ante' era de ve' en cuando, pero q' ahora ehtá' cada día dale qué te pego! Y a toa' hora' po' la mañana, po' la tarde, po' la noxe... Q' ha vese' he pensao en llama' a la polisía! Yo te lo digo pa' qué lo sepa'!

_ Eh... Uh... Vale... ( me podría morir ahora, por favor? Hay alguien ahí arriba?)

_ Mira! Ahora le da vergüensa!! Pue' no te veo yo tan vergonsosa por la' noxe'!!

_ A ver... Me gustaría decirte que no va a volver a ocurrir... Pero... Lo veo difícil... ( me estoy haciendo la digna, pero me arde la cara, estoy como un tomate, lo sé. Y hace un segundo me quería morir, pero ahora quiero que se muera esta zorra!).

_ Bueno, pue' a la próssima llamo a la polisía y lihto!

_ Y qué vas a decirle a la policía, si puede saberse? ( es que la situación se está volviendo un poco cómica... La policía, en serio?)

_ Pue' le diré lo que le tenga que desí' !

_ Ah bueno, hay algo más que necesites compartir conmigo, guapa? Es que tengo un poco de prisa...

_ No nada, que no sea' tan guarra! Sólo eso!

_ Perdona?! ( Uy, ya me ha salido la vena chunga). Me acabas de llamar guarra?? (Esto lo digo con gestos de negra de extraradio).

_ Pue' sí! Porque lo ere'!

_ Vamos a ver, rica, si de verdad pretendes que alguien te tome en serio, incluída la policía, sería importante que primero aprendieras a hablar! Es un consejo tan bueno que te lo escribiría, si no fuera porque dudo que sepas leer!! Y no te atrevas a llamarme guarra, tú, que estás en el rellano en bragas!!

_ Oye...

_ De oye nada! Que ya te he entendido! Que mi vida sexual te molesta, tú sabrás por qué! Buenas tardes!

Y ahí la he dejado, plantada en medio del rellano. Y me he ido toda digna. Y cabreada, menuda zorra, la tía. Qué mal rato, coño! Qué vergüenza... Será verdad que me oye? No puede ser... Aunque no tendría sentido este acoso y derribo si no fuera cierto, no? Ay madre, y el resto de vecinos? Yo me mudo, fijo!

Menos mal que esta historia tampoco es cierta. Aunque últimamente procuro no cruzarme con los vecinos por si acaso...

Venga porfi, decidme si alguno ha vuelto a picar jejeje Lluís??

22 de agosto de 2014

Maldita lluvia

Basta que diga que no me pasan cosas para que me pasen todas de golpe! Y en un momento, así, como el que no quiere la cosa.

Salgo de casa de mis padres, es de noche y está cayendo el diluvio universal. Cómo odio que llueva! Y mucho más si voy en chanclas. Total, que camino al parking, con una bolsa de basura en una mano y el paraguas en la otra, me resbalo y me caigo de culo! Sabéis los que pisan un plátano en los dibujos animados? Pues así. De repente, me veo sentada en el suelo, sin haber soltado ni el paraguas ni la puta basura, chorreando y flipando con mi buena suerte. Ah! Y un dolor en la rabadilla que te cagas. Que yo entiendo que si te caes con algo importante en la mano, no sé, un bebé o un cubata, que no lo sueltes. Pero a ver si no podría yo haber soltado la bolsa de basura?!
 
Os podéis creer que por mi lado han pasado tres personas y ninguna de las tres se ha inmutado? Es que ni un gesto. Nada. Menudos hijos de puta. Les ha faltado pisarme. En fin.

Después de levantarme, intentando mantener mi dignidad lo más intacta que he podido, me dispongo a seguir andando como si no hubiera pasado nada y veo que no, que mi chancla ha decidido no venir conmigo. Sí, habéis acertado: se ha roto. Otra vez que me he cagado en todo lo que se menea! Y ya van dos!

Me queda muy poquito hasta el parking y tengo unas ganas de llorar... Pero pienso: a ver, Telma, haz el favor, que tienes ya una edad. Aquí no se acaba el mundo. Las putas chanclas al contenedor, con la bolsa esta de mierda, y tú te vas descalza y punto. Y eso hago, con la cabeza bien alta! Bueno, es un decir, en realidad voy mirando al suelo, y no sólo por vergüenza, que también, pero sobre todo para ver lo que piso, claro.

Entro en el parking, por fin, y es pa' verme. Parece que me haya duchado vestida, con bolso incluído. Ya queda menos. Camino al coche, me confío, dejo de controlar lo que piso y casi me la pego otra vez al pisar un charco de aceite. Pero esto qué es? Una cámara oculta? Porque se lo están currando eh? Ahora falta que salga el violador del parking y ya me meo de la risa!! Pero no, gracias a dios no ocurre nada más y subo al coche.

Y ahora qué? Hasta aquí descojonados eh? Si es que no hay nada más divertido que las desgracias ajenas... Si de verdad os habéis reído y ahora, de repente, os habéis sentido un poquitín culpables, debéis saber tres cositas: la primera es que tenéis sentido del humor y eso es bueno, qué coño! La segunda es que tenéis corazón, y eso es mejor aún que el sentido del humor que, entre nosotros, está sobrevalorado. Y la tercera, la historia es mentira. Sigue sin pasarme nada, pero os he hecho caso con lo de escribir ficción. Qué os ha parecido?

21 de agosto de 2014

En blanco...

A mí se me agotan los temas. Estoy en blanco, os lo juro. No tengo ni idea de qué contaros.

Podría hablaros de cuando estuve en Nueva York y se me cayó un helado desde lo alto de la estatua de la libertad. Y de cómo estuve dos días enteros en un calabozo con tres putas, negras, cabreadas, porque con el helado casi mato a un policía que pasaba por allí.


O podría contaros cómo lo hice para llegar al último cásting de Gran Hermano 4, haciéndome pasar por un travesti muy bien operado. Y cómo me arrepentí en el último momento porque, la verdad, no me vi preparada para la fama.

O quizás, aquella vez que al abrir la nevera, comprendí que uno de los limones que llevaba conmigo unos seis meses había cobrado vida al verlo bailar claqué y tarareando "I'm singing in the rain".


O el día que salí a recoger la ropa tendida y sólo encontré un calcetín de cada pareja, y mis braguitas eran todas de color amarillo fosforito, misteriosamente.

O el día que encontré la fórmula para hacer paella de pescado con sabor a spaguetti a la carbonara y decidí no patentarla porque hacer los spaguetti directamente sale mucho más barato.

O el día en que vinieron a buscarme a casa los de Operación Triunfo, porque me habían oído cantar en la ducha e insistieron durante horas para meterme en el programa y tuve que confesar que yo en la ducha hacía playback.

O el día en que me metí en el mar estando en la playa de comarruga y aparecí sin saber cómo en una playa de Asturias, debido parece ser a un agujero en el tiempo y en el espacio que conecta las dos playas y que ahora uso a menudo.

O el día que una plaga de garrapatas invadió mi casa teniéndome durante días al borde del infarto garrapateril (la palabra no existe, pero me habéis entendido).

Podría contaros tantas cosas... La pena es que no serían ciertas ( o al menos no todas) y en el fondo hasta me sabría mal tomaros el pelo así... Por tanto, habrá que esperar a que algo ocurra. Yo lo del limón no descarto verlo en breve...

18 de agosto de 2014

Puto bordillo

DOMINGO

Primera llamada:

_ Mami, ayer, cuando fui a coger el coche tenía dos ruedas pinchadas...
_ Qué dices? Te las pincharon?
_ Ni idea! No creo... Ya lo había notado raro...
_ Bueno, hoy domingo no podemos hacer nada. Mañana llamas a la grúa y le dices que lo lleve al Norauto.
_ Vale.

Segunda llamada:

_ Telma, llama hoy y queda con el de la grúa a una hora.
_ Vale.
_ El coche dónde está?
_ En XXX
_ Y cómo irás?
_ Con la furgoneta de mi chico
_ Ah. Y el niño?
_ Pues conmigo, claro.
_ Vale.

Tercera llamada.

_ Papá, he quedado con el de la grúa a las 10.
_ Vale, yo te veo en el Norauto.

Cuarta llamada.

_ Telma, una cosa. Si tu vas con la furgoneta, yo con mi coche y el de la grúa lleva el otro, qué hacemos luego el niño, tú y yo con 3 coches?
_ Qué estrés, yo qué sé! El niño y yo iremos al Norauto con el de la grúa y ya está.
_ Vale.

LUNES

Primera llamada:

_ Telma, yo ya estoy en el Norauto.
_ Se puede saber qué haces en el Norauto a las 9 de la mañana si yo he quedado con el de la grúa a las 10?
_ He venido con tiempo...
_ Vale.

Segunda llamada:

_ Papá, ahora salimos con el de la grúa, estamos allí en diez minutos
_ Vale.

*****

Llegamos al Norauto, bajamos de la grúa y mi padre, al vernos me dice: hola! Voy a hacer cola, que hay un montón de gente!

O_o

En fin, tres horas y cuatro ruedas nuevas después (gracias, papi), nos vamos. Y, por cierto, nada de vandalismos ni perroflautas vengativos (Inma), ni nada de eso... Me comí un bordillo. Nada más y nada menos.


17 de agosto de 2014

Menuda nochecita

02:45 a.m. El local a tope, el grupo de esta noche aún está en el escenario. Llevan unas tres horas tocando sin parar, pero el público está entregado. El fin de fiesta, el cantante desde el escenario: ese camarero que suba a cantar!! Y el camarero, que además de camarero y cocinero y cantante, es mi novio (lo digo con la mano en el pecho, ya sabéis), no se hace de rogar y sube. La gente saca fuerzas de donde no hay y se desvive bailando rumbas. Lo están dando todo! Y yo me parto. Creo que soy la única sobria de todo el local. Y por un sólo motivo: vuelvo a casa en coche.

3:00 a.m. Fin del concierto. Y de la noche. Al menos en este lugar, hay que cerrar. De repente todos en tropel hacia la barra a ver si alguien les sirve la última birra. Pero no. Son las tres. No se sirve ni una puta birra más. Joder, pues nos vamos! Pues esa es la idea! Y en ese momento, en ese preciso instante en que unos 50 o 100 (yo qué sé cuántos) perroflautas se disponen a irse empieza a llover. Pero no unas gotitas, no, un chaparrón del 15!! 

Así que ahí se quedan, en la puerta. Parece que, como buenos perroflautas, la simple idea de mojarse les aterroriza. No te jode? En pleno verano, y no se dignan a salir sólo por que llueve? Y claro, vuelven a la carga: pues danos una cerveza, qué te cuesta, una lata aunque sea, o un vaso de plástico, que no se lo digo a nadie, qué más te da, jo no seas así. Una pesadilla. Claro, yo sobria no me acuerdo de cuando estás en ese punto en el que matas por otra copa.

Hay una que se acerca a la barra, toda digna y dice: me podéis vender una botella de agua para mí hijo, o eso tampoco? Tú hijo? Qué hijo? Dónde está y qué le pasa? Es pequeño? Tanto que no le vale el agua del grifo? Y qué hace un crío aquí a estas horas, mona?? Todo esto no lo digo, eh? Pero lo pienso muy fuerte. Y ya sabéis lo bien que se me da pensar fuerte y esta vez también funciona, porque el camarero le responde solemne y sin rodeos, sin cortarse un pelo: no.

03:34 a.m. SENTIMOS MUCHO QUE LLUEVA, PERO VAMOS A CERRAR!! Los perroflautas se miran unos a otros resignados y deciden que es hora de enfrentarse a sus miedos y salir a la calle aunque llueva. Creo escuchar que uno dice: tranquilos! Es agua pero no lleva jabón!

03:46 a.m. Ya se han ido. Venga, cierra y vámonos, que tengo unas ganas de llegar a casa. Nos despedimos del otro camarero y vamos a por el coche. Llueve un montón y nos estamos empapando. No veo la hora de llegar, darme una ducha calentita y meterme en la cama. Ya falta poco.

03:57 a.m. Arranco el coche, meto primera, gas y... El coche derrapa montando un escándalo que te mueres pero ni se mueve del sitio. Qué le pasa al puto coche? Será la lluvia? Pruebo otra vez: meto primera, gas y... Lo mismo. No avanzo un solo centímetro. Pero el ruído que mete despierta a mis suegros, que viven justo ahí. Qué pasa? Se asoma ella. A dónde vais con las ruedas pinchadas? QUÉ??!! Bajamos del coche y lo vemos: las dos ruedas del lado derecho pinchadas. Pero hasta el punto que con mis dos acelerones se han salido las gomas de las llantas. 

Mi coche ahora parece un coche abandonado. Y no puedo ir a dormir a casa. Y ahí estoy, bajo la lluvia, mirando a mi chico, que tampoco sabe qué cara poner.


16 de agosto de 2014

En el bar...




Cuando acabo de fregar, bajo al bar. No me queda otra, mi chico curra hasta las 3. Así, me paso unas tres horas esperando.
Alguno pensará que qué rollo... Qué va! Me lo paso genial. Cuando uno está con amigos tomando algo no es del todo consciente de la fauna que le rodea. Pero probad a pasaros tres horas en un bar contemplando al personal. Madre mía!

En este bar hay gente de todas las edades. En serio, desde niños a jubilados. Y de diferentes tribus. Lo mismo ves a una cuarentona con una boina y unos tirantes, tomándose un cortado a la una de la mañana, como ves a una, vestida como si viniera de la playa, pidiendo una fanta de naranja, sweps no, porfi, fanta.

Sigo: dos amigas vestidas como pa' ir de boda, pidiendo un vaso de vino.

Un tío solo, con camisa hawaiana, que ya no sabe ni cuánto ha bebido pero cree que no se le nota.

El grupo de frikis, que parece que se han fugado de una escuela especial, que se piden cubatas y no puedes evitar buscar al monitor con la mirada, pero no, vienen solos.

La que va de hippie alternativa y baila como una loca, aunque los músicos hayan parado. No sabes si va sola o si los amigos guardan una distancia prudencial avergonzados.

El "guaperas", así entrecomillado, porque no hay por donde cogerlo, intentando tirarle los trastos a la hippie bailonga. Este también parece que ha venido solo.

El calvo tatuado hasta las cejas, que parece que está de vuelta de todo, que se queda con la boca abierta mirando al grupo de frikis, yo creo que buscando al monitor, también. Es que es preocupante, en serio.

La parejita que parecen salidos de cuéntame. Pero de los más tontitos y horteras de la serie. Yo es que no la veo, pero veo a estos dos, con estas pintas y estos peinados, bailando así y me parece que va a venir Imanol Arias a buscarlos de un momento a otro.

Como no, la parejita tierna, ya talluditos, pero que los ves, que aún no han fo.. Digo, no han hecho el amor. El uno con el otro, quiero decir. No como los de cuéntame, que esos no, por dios, ni creo que lo hagan hasta que se casen.

El grupito de amigas, fijo que todas casadas, pero que han salido a desmadrarse jijiji un gintonic! Jijiji yo una cocacola jijiji qué tonta!! Jijiji bueno va, otro gintonic! Bieeen jijiji.

El grupito de amigas, estas solteras, rompedoras. Piden el gintonic sin dudas, y no será el primero. Más de una vuelve sin bragas a casa.

Podría seguir, esto da para unas cuantas entradas. Pero acabo con la rubia ( teñida, sí, qué mal me caéis!), sentada al final de la barra, tomando notas con su móvil como una posesa. A saber qué coño pretende hacer con ellas!!

15 de agosto de 2014

Primer día




Llego, me cambio y subo a la cocina. Pelo mil patatas. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego platos. Friego más platos. Friego todos los platos del mundo. Friego todos los putos platos del universo.
_ Son los últimos.
_ Ahá
Friego platos.
_ Estos sí que son los últimos
_ Ahá
Friego platos.
_ Te juro que esta vez sí! Jeje ya no hay más!
_ Queréis no jugar más con las ilusiones de la gente!
Friego platos.
Mañana más.

13 de agosto de 2014

Bella y Rufus

Llego un poco tarde. Bueno, en realidad no tengo prisa, es sólo que dije que llegaría antes y no me gusta faltar a mi palabra. Entro y ahí están: en la barra, mi chico, currando pobrete. Y al otro lado de la barra, Bella y Rufus, más guapos que dos soles, como siempre.

Hoy hay concierto. Si a eso que suena se le puede llamar música. Madre mía, esta chica no canta, berrea! Miro a Bella y nos reímos, sin decir nada, es obvio que el berreo nos ha dejado con la boca abierta a las dos. Y ya está Rufus: de qué os reís?  Cosas nueeestras... Y Rufus: ya estamos! 

Mi chico se escapa un momento de la barra: hola amor! Un besito rápido y a currar otra vez, ainsss. Y la de atrás: mueve la silla, que no veo. Y Rufus: será pesada. Y Bella: pero has visto eso? Y venga a reírnos. Y ese creo que es psiquiatra... No jodas! Puede ser, y esos deben ser pacientes suyos! Jajajaja Y esa? Qué se ha puesto? Unas cortinas? Jajajaja Pero este concierto es eterno? Jajajaja Y yo a Rufus: te sacaré en mi blog! Y él: ni se te ocurra! Y yo: verás como sí. Y él: verás como no! Y yo: te llamaré Rufus!! Jajajaja

También está Lluís, que no se pierde un concierto. Te ha gustado? Qué va! Estamos todos de acuerdo.

Y entran unos guiris, con uno que va de listo que parece "el monitor". O así decidimos llamarle. Y nos echamos unas cuantas risas más. Una de ellas se atreve a cantar y, la verdad, la tía es buenísima! La cabrona parece una Barbie y resulta que toca el piano y canta como los ángeles. Menos mal que es una hortera vistiendo! Si no Bella y yo no íbamos a poder odiarla...

Y así, unos cuantos gintonics y unas cuantas risas más. Porque los amigos tienen eso, te hacen pasar buenos ratos. Y por eso, les sacas en tu blog, aunque les de vergüenza, aunque tengas que llamarles Rufus y Bella, aunque el resto de amigos sepan de quién hablo jejejeje

Y ya se han ido todos cuando nos vamos nosotros. Menudo concierto, no vida? Sí, pero me lo he pasado bien.

El crapulismo




En qué consiste esto del crapulismo? Os preguntaréis. Pues yo os lo voy a explicar.

Un crápula es aquel que no tiene medida para nada. Es decir, un hedonista en su máxima expresión. Los hay que beben mucho, los hay que comen demasiado, los hay que no tienen medida para el sexo... El crápula es una mezcla de todos ellos.

El crápula no tiene fin para ninguno de los placeres de la vida. Y así, los convierte en vicios. Bebe, come, fuma, folla... Como si le fuera la vida.

Por supuesto, hay niveles de crapulismo. Los hay que, en el momento en que la salud empieza a estar en serio peligro, se cortan un pelo. Más que nada, para poder ser un crápula unos cuantos años más. También, los que se cortan en cuanto a perder el trabajo; ser un crápula sale caro.

En este nivel de crápulas "responsables" estaríamos nosotros. Y he puesto "responsables" entre comillas porque procuramos no morir con ninguno de nuestros vicios, pero yo no descarto nada. Que no puede ser tanto amor! Que no puede ser cenar dos veces o tres! Ni pasarse la noche hablando cubata va, cubata viene. Que no puede ser que la pasión no nos respete ni en las resacas, ni en las digestiones!

La vida de un crápula es fabulosa. Te ríes más, desde luego, pero eso sí, duermes menos. Y sueles ir cansado por la vida, eso también, pero oye, con una sonrisa de oreja a oreja!

El crapulismo a veces es hereditario. Yo veo a mis padres disfrutar de la vida. Y veo a mi hijo, que no tiene medida ni con las galletas, ni con la consola, ni con la coca-cola... Un desastre de familia de crápulas, estamos hechos!

Y el crapulismo también es contagioso. Puede ser que vengas con nosotros y te pases horas cubata va, cubata viene y te partas de la risa y no veas el momento de parar. Eso querrá decir que le estarás cogiendo el gustillo a esto del crapulismo... Y yo creo que, en ese momento ya no hay marcha atrás. El crapulismo te atrapará para siempre. Y, a partir de ahí, nunca se sabe. Igual te ves en el bingo un lunes a las 3 de la mañana, que haciéndote una pizza un jueves a las 5.

Si te has sentido identificado que sepas que no estás solo. Que crápulas somos muchos, aunque la mayoría vayan por la vida disfrazados de personas normales.

11 de agosto de 2014

La mancha

Desde el sofá de mi casa, veo una mancha en el suelo. El suelo de mi casa es de granito (o como se llame) y estoy dudando: esa mancha forma parte del suelo? Es algo que ha caído ahí? O, lo que es peor, no me jodas que es un bicho?

No quiero moverme, pero ya no puedo mirar hacia otro lado. Se ha movido? Joder, creo que se ha movido. Ay, no estoy segura. Es que, como sea una cucaracha de ese tamaño me da un ataque. No. Una cucaracha no puede ser. Las cucarachas cuando enciendes la luz se esconden. Voy a pasar de la mancha y voy a seguir viendo la tele, que parezco tonta. Seguro que no es nada.

Y si voy a ver? Pero es que no veo mis chanclas, y yo descalza no voy. Imagina que es un bicho y al acercarme se asusta, se mueve y yo no puedo esquivarlo y me toca. Qué va, qué va... La piel de gallina sólo de pensarlo.

_ David! Le haces un favor a mamá? Mira a ver qué es esa mancha, porfa...

_ Sí hombre, mama! Y si es un bicho?!

_ A que lo parece?!

_ Yo paso, mama, qué asco.

Que no pueda estar tranquila yo por una puta mancha, que igual no es nada... Me cago en todo lo que se menea!! Pues voy a ver, hombre ya!

Muy despacito, rodeo el comedor intentando no hacer ningún ruido, conteniendo la respiración, y me dirijo a mi cuarto. Allí, me pongo las chanclas y ya me siento un poco más capaz de acercarme a la mancha. Me asomo al comedor, ya no está? No jodas! Ah no! Sigue ahí. Bien. Vamos a ver... Me voy acercando y no se mueve... Me acerco... Me acerco... (debo aclarar, por si no os habíais dado cuenta, que soy miope perdida). Me acerco... Y cuando ya estoy justo encima de la mancha, me agacho y la miro de cerca... Y una cucarachita, vestida de negro, con sombrero y bastón levanta su cabecita, sonríe y me dice: hola!


No es verdad, pero si os digo que era una puta pieza de playmobil no tiene la misma gracia, no?

10 de agosto de 2014

Siesta time




_ Vida, puedo dormir un ratito?

_ Claro, mama!

_ Sólo un rato, en serio, y luego vamos a la playa, vale?

_ Vaale!

_ De verdad?

_ Qué pesada, mama! Duerme!

_ ...

_ Mama

_ ...

_ Mama

_ Qué?

_ Ya estás dormida?

_ Qué quieeeres?

_ Nada

_ ...

_ Mama

_ David, por favor, sólo un ratitooo...

_ Bueno, perdona...

_ ...

_ Mama

_ Quéeeeeee?

_ Que si me perdonas?

_ En serio, me estoy enfadando...

_ Pero, qué he hecho?!

_ Me vas a dejar dormir 10 minutos?!

_ Sí, mama.

_ ...

_ Mama.

_ Pero por qué me haces esto? Sólo quiero dormir 10 minutos, tan dificil es?! Luego me enfado y no sabes por qué me enfado! 10 MINUTOS, POR FAVOR!

_ Tienes razón, mama, perdona. Duerme, yo te dejo te lo juro, mama, de verdad!

_ ...

_ Mama.

_ Pero tú quieres ver como nos quedamos aquí toda la tarde y ni playa ni nada?? Que no hay derecho?? Que no eres capaz de dejarme 10 minutos en paz!!

_ Jo, mama. Ahora sí que te dejo en serio, perdóname, no te enfades...

_ En serio?

_ Sí, mama.

_ 10 minutos?

_ Te lo prometo.

_ ...

_ Mama.

Y así, cada una de las tardes de mi vida...

8 de agosto de 2014

Esta no es mi barriga...

Esta no es mi barriga. No, desde luego que no. Y este michelín, de dónde ha salido? En realidad, mi cuerpo está dejando de ser mi cuerpo, se está convirtiendo en el cuerpo de otra. Pero no en el de otra cualquiera, no, en el de mi madre!

Pero cómo he llegado a esto? Cuándo me he convertido en una señora con cuerpo de madre? Me he perdido la transformación. Yo era normal y ahora... Ahora soy así. Y así de golpe, sin avisar. Y sin merecérmelo, porque yo por dentro soy muy guapa, os lo juro. Y en mi mente, tengo un cuerpo de escándalo! Pero la parte de fuera no me acompaña, oye, va por libre. Y digo yo: si soy buena persona y no hago daño a nadie y casi no digo mentiras, por qué no puedo tener yo la suerte de las que cuentan que comen lo que quieren sin engordar? Por qué no? Por qué yo como me coma un día un plato de pasta soy capaz de ganar dos kilos?? Eso qué significa?? Quién me pone la pierna encima??

Y, ya que estamos resolviendo dudas, por qué cada día me gusta más comer y beber y todo?! Yo, cuando era joven, más que ahora, podía pasarme el día entero por ahí y que se me olvidara comer!! Os lo juro! A mí me ha pasado: yo me he descubierto a mí misma preguntándome: he comido hoy? En cambio, ahora, estoy comiendo y estoy pensando: qué voy a cenar esta noche?

Y beber? Yo salía y me pasaba toda la noche por ahí con un cubata a medias con mi amiga. Ahora, pregúntame si quiero salir pero sin tomarme nada... Ni de coña!

Con el tema de dormir, lo mismo. Hace años, no veía el momento de irme a la cama. Y a veces, ni me acostaba, para qué? Y tú, tenías ojeras? Yo no! Ahora? Ahora tengo ojeras duerma o no. Forman parte de este nuevo look de madre que tengo de repente y que hemos quedado que no merezco.

Y por la mañana? De joven me quedaba en la cama, si me dejaban, hasta el mediodía. Eso si alguien me avisaba de que tenía que comer... Ahora? Ahora, como esté más rato en la cama del necesario, me duele hasta la vida. O tengo que levantarme porque tengo hambre, una de dos!

De todas formas, hacerse mayor tiene sus cosas buenas. Tonterías que tienes de joven, de mayor se te pasan. Bueno, a mí se me han pasado... Tampoco pongo la mano en el fuego por nadie... Que qué cosas? Pues no sé, por ejemplo, estar en la playa y una vez allí, pensar: uy, debería depilarme... Pero tranquila, sin agobiarte, lo ves, lo anotas mentalmente y sigues tomando el sol como si nada. O volver de la playa, ya que estamos con el tema, y ya en casa, en el ascensor, te miras y piensas: joder, qué pelos, no? Y hasta te ríes.

Vamos, con todo esto quiero decir que, con los años, he aprendido, entre otras, dos cosas fundamentales: la primera es que físicamente ya no soy lo que era. La segunda es que ahora mi físico me importa menos.

Ahora decidme que os he convencido y me parto de la risa...

6 de agosto de 2014

A los 20...

Hoy he leído en facebook una carta que alguien escribía para, en el caso de que existieran las máquinas del tiempo, dársela a sí mismo 10 años antes. Ya, una chorrada como tantas que hay por facebook. Pero me ha hecho reflexionar. El tío se dice cosas, a mi parecer, absurdas. Por ejemplo: viaja ahora, que a los 30 serás muy comodón, confía en la gente pero ten cuidado, no llegues tarde (en serio?). 

Así que me he puesto a pensar en qué le diría yo a la Telma de 20 años. Y serían sólo cuatro cositas:

ESTUDIA! Pero nada de pedagogías ni rollos vocacionales, una ingeniería, nena!

VETE A INGLATERRA!! Un par de meses, de mochilera, como sea pero hazlo! Te va a joder mucho no saber inglés en el futuro.

Enamórate las veces que haga falta y sin miedo. No siempre te saldrá bien, pero podrás con ello porque los tienes cuadrados.

Confía más en ti y quiérete más! (aunque eso no sé por qué te lo digo, no sabes!)

Ves esa barriguita plana? Un día, la perderás para siempre... Te lo digo para que la enseñes, coño!

Te vas a hacer un tattoo? Ok, pero busca un buen sitio, ahí no que son unos chapuzas...

Por lo demás, lo estás haciendo bien. A mi edad, te gustará recordar estas juergas. Aún deberías desmadrarte más.

Y nada más, que te quiero, que estoy orgullosa de ti y que te espero a los 36, donde todo está bien, te lo prometo.

5 de agosto de 2014

SOY RICAAA

Esta es mi última entrada porque, vais a flipar, ME HA TOCADO LA PRIMITIVA!! Y claro, a partir de ahora como comprenderéis, no voy a tener tiempo de escribir.

En serio! Ayer! Pero no os penséis que un pellizquito, no, un pastón! Buah! Cuando vi que me había tocado, casi me da un infarto! Salí a la escalera en pijama y corriendo por el rellano iba gritando: SOY RICAAA, SOY RICAAA. La gente iba asomando las cabezas, "a esta qué le pasa?" "Soy rica, dice", "va en pijama?". Flipaban... Pero yo estaba en éxtasis.

De ahí, salí a la calle. En pijama, sí, pero me la sudaba. Yo a lo mío: SOY RICAAAA, SOY RICAAAA. La gente a mi paso se iba asomando a las ventanas. "Quién es esa loca?", "qué dice que le pica?", "noo, que es rica". Y claro, la gente me seguía, como cuando se puso a correr Forrest Gump.

Y así, mi séquito y yo llegamos a mi trabajo. SOY RICAAA!! NO CONTÉIS CONMIGO NUNCA MÁAAAS!! Era de noche y estaba cerrado, pero me oyeron todos los vecinos, el mensaje les llegaba fijo.

En mi pueblo, que es pequeño, se corrió la voz como la espuma. Todos estaban tan emocionados como yo. La gente salía a la calle: "vamos a ver a la loca del pijama!! Vamos!!" Y a mi paso todos sonreían: "Felicidadees!!" Y yo saludaba y contestaba, sin dejar de correr y sonriendo también: "Que os deeen!!"

Los comerciantes decidieron abrir las tiendas y supermercados y me ofrecían entrar a comprar en todos ellos. Era fantástico! El mejor día de mi vida! Entré en una tienda de ropa y grité ( tenía que gritar para que se me oyera entre el gentío): ME LLEVO TODO LO QUE TENGAS DE LA TALLA 38!! Y la tía: "todo?". SÍ, TODO!! Y lo hice por placer y porque me dio la gana. Me quedé más a gusto... Y luego ya le pedí a la chica ropa de mi talla.



En todas las tiendas que encontraba a mi paso me regalaban algo: teles, teléfonos, ventiladores, patines, un kilo de peras, 16 braguitas de la Barbie, un escalextric, una bolsa de chuches, un saco de magdalenas sin gluten...

Pasé por delante de todos los bancos del pueblo: HIJOS DE PUTAAA!! Madre mía, los directores de oficina llorando, "esta lo mete debajo del colchón", un disgusto todos. Y yo JAJAJA FÍRMAME ESTA PREFERENTEEE!! Haciendo gestos obscenos... Qué risa! Estaba borracha de dinero...

Mis padres, que sin yo saberlo, ya llevaban un rato siguiéndome: "Telma, por el amor de dios, vamos a casa... Estás fuera de ti!!" En esos momentos alguien puso en mis manos una botella de cava. Y yo, como los pilotos de carreras, bañé a mi padre y a mi madre y a todos los que estaban en la calle. OÉ OÉ OÉ OEEEE!! Unas risas...



No es cierto, pero hubiera molado, que no?

3 de agosto de 2014

Domingo

Domingo. 21 horas. Hagamos balance.
Mi casa está patas arriba.

Mi cuarto con la cama por hacer, llena de ropa desperdigada por todos los rincones, limpia y sucia, mía y de él. La verdad es que parece que alguien ha estado peleándose aquí y han terminado tirándose ropa a la cara. O que ha venido un loco y se ha dedicado a sacar la ropa del armario y a esparcirla por el cuarto. O que el perro que no tengo ha estado buscando algo. Parece cualquier cosa menos que nos hemos pasado el día durmiendo, y así ha sido.

El baño. Insisto, pero cuánta gente vive aquí? Y por qué, si no hago más que poner lavadoras, el cesto de la ropa sucia siempre está lleno? Y si yo limpié aquí el viernes, qué ha ocurrido? Ha venido el loco del armario a jugar con la pasta de dientes? Y estos pelos? Alguien debería decirle a ese loco cabrón que se está quedando calvo!

La cocina. Vamos a ver, que esto empieza a ser preocupante. Pero si llevo mil sin cocinar? Si me alimento a base de  queso!! Quién viene a comer aquí mientras dormimos? Y cuántos vasos sucios hay? 50?

Definitivamente, no me queda otra que poner cámaras de vigilancia. Así empiezan las películas de miedo, con fenómenos extraños a los que nadie hace ni caso. Y la primera que muere es la rubia. Y vale que yo no soy rubia natural, pero yo no sé si eso lo tienen en cuenta.

El salón. Aquí hay de todo: ropa, zapatos,  vasos y me atrevería a decir que hasta pasta de dientes. Es como un popurrí de cosas de todas las habitaciones de la casa ( sí, he dicho popurrí, qué palabra más grande!).

En fin, ante lo descrito, se imponen soluciones drásticas. No estaba segura, pero al final, me he decidido y he abierto el paquete de almendras, qué coño! Y aquí estoy, en el sofá, con una cervecita, pensando en el cabreo que me llevaré mañana cuando me toque poner orden en esta cuadra. Pero eso será mañana.


2 de agosto de 2014

Cuéntame...




_ Mama, explícame cosas de cuando yo era pequeño.

_ Ahora no se me ocurre nada.

_ Mama, porfaaa.

_ No sé...

_ Explícame cuándo me llené la boca de arena!!

_ Pero si te lo he explicado mil veces!

_ Porfa, mamaaa!!

_ Pues eso, que estando en la playa jugando te llenaste la boca de arena y...

_ Mama! Explícamelo bien! Con todos los detalles!!

_ Vaaaale. Estábamos en la arena de la playa jugando y tú...

_ A qué jugábamos?

_ Yo qué sé, vida, no me acuerdo.

_ Jo, mama, pues te lo inventas!

_ Jugábamos a hacer castillos de arena. Y tú, tenías una botella de agua...

_ La habíamos llevado de casa o me la encontré en la playa?

_ En serio?

_ Mamaa!!

_ Era nueeeestra. Sigo o no?

_ Sigue.

_ Pues eso, que tú tenías una botella y la llenaste de agua...

_ De agua, mama? Jajaja

_ Ay, es que me lías! La llenaste de areeena! Y entonces, me dijiste con tu boquita de trapo...

_ Qué dices! Boquitadrapo? Qué?

_ Con tu boquita de traaapo, eso se dice cuando los niños están empezando a hablar y casi no se les entiende.

_ Y por qué se dice eso?

_ Pues no sé, será porque parece que tengan un trapo en la boca jajajaja

_ Mama, me estás tomando el pelo?

_ No vida. Te cuento lo de la botella o no?

_ Sigue.

_ Pues eso, me dices: me la bebo?? Y yo: nooo. Y tú: me la bebo? Y yo: que nooo.

_ Jajajajaja qué tonto era, mama

_ Eras pequeño, amor. Y te la bebiste! Así que, de repente, te viste con la boca llena de arena, gritando histérico...

_ Jajajaja y qué hiciste, mama?

_ Pues me costó, eh? Pero al final, conseguí que entendieras que o venías conmigo a comprar otra botella de agua o no había nada que hacer.

_ Jajajajaja ahora me cuentas esa vez que se me puso un bicho encima y tú llorabas?? Jjajajaja porfaaa.

_ Qué malo eres riéndote de tu madre...

_ Jajajajaja

De dos en dos




Ya sabemos que hay cosas que las mujeres tenemos que hacer de dos en dos. La que todo el mundo sabe es la de ir a hacer pis. He leído y escuchado un montón de explicaciones al respecto y algunas muy buenas. Mi explicación es de lo más sencilla: me da vergüenza hacer sola el paseíllo hasta el baño. No os creáis que lo he sabido siempre, eh? Lo descubrí cuando comprendí que si mi mesa estaba al lado del baño, no me importaba ir sola.

Pero hay más cosas que no nos gusta hacer solas. Por ejemplo, ir a comprar un vibrador. Para eso hacen falta como mínimo dos. Y en la tienda decimos que es para regalar, claro. Así, se dan situaciones absurdas:

_ Yo creo que rosa le va a gustar... Yo es que la conozco bien, sabe? Sí, rosa. Andá! Y gira?? Esto le va a encantar! ( Yo es que si me meto en el papel, me meto).

_ Hay gente que prefiere que no vibre o que no gire, eso es muy personal ( a veces, las dependientas de sexshops son un poco zorras y van de listas).

_ Bueno, claro, puede que no le guste... Yo qué voy a saber... ( Y miras a tu amiga), tú qué crees? (y ella, muy resuelta) pues que si no quiere que vibre que le quite las pilas, no? ( Toma ya! Lo bien que ha salido de ésta).

_ Mira, los hay lisos, con estrías, con bolitas dentro...

_ Espera! Bolitas dentro? Y con qué fin?

_ Bueno... Eso hay que probarlo... Es por la sensación que da...

_ Aah.( A veces, las dependientas de sexshops, a parte de ser un poco zorras y de ir de listas, son tontas).

_ De colores, realistas, con una extensión para doble penetración..

_ Madre mía... ( Lo que no esté inventado...)

_ Y qué presupuesto tenéis?

_ Lo que sea! A ver... ( Otra vez tu amiga) Es que la queremos mucho!

_ Lo queréis grande, pequeño... ( Os juro que eso te lo preguntan O_o).

_ Mira, como esto es tan personal y no tenemos ni idea de lo que querrá nuestra amiga, deme ese rosa tan mono que hace de todo y si no le gusta que se aguante, oye! ( Es que es taaan monoo...)

_ Ahá... Y lo envuelvo? ( a veces, sospechan...)

_ Por supuesto! ( te ha faltado preguntarme si me lo llevo puesto!).

_ Bueno, pues muchas gracias! Buenos días (y, mirando a tu amiga) le encantará, verdad? ( y ella) Telma, ya estamos fuera... Y no, no ha colado ni de coña!

_ Tú crees que no? Pero si era tonta!

_ Hay que ponerle nombre.

_ No jodas, por?

_ Porque sí.

_ Pues no sé, qué difícil...

_ Pedro? Pablito?

_ Venga ya! Yo voy a ponerle un nombre de mujer!

_ Y eso por qué?

_ Pues porque hombre ya tengo uno.

_ Y qué nombre?

_ A ti te lo voy a decir...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...