13 de septiembre de 2013

Vacaciones, bebés y paro

Pues sí, hay novedades.

Nos fuimos de vacaciones a Almería. Con la caravana. Los tres. Y, contra todo pronóstico, volvimos los tres! Sanos y salvos! No tiramos al niño a los leones e incluso lo pasamos bien. Y, lo mejor: toqué una jirafa!! Os parecerá una tontería, pero para mí, haber tocado una jirafa es lo más de lo más!

Otra novedad: al llegar a casa de las vacaciones, nos encontramos en nuestro terrario uno de los dragoncitos muerto. Qué pena nos dio. La buena noticia es que en seguida descubrimos que había dos dragones bebé!! Han criado!! Ahora tenemos 4 grandes y dos bebés :) No es genial?

Otra novedad: estoy en el paro de nuevo. No coment.

13 de agosto de 2013

Lo que hay que ver...

MAIL DE LA INMOBILIARIA:

Buenos dias
Esta mañana le hemos llamado por teléfono para indicarle que no tirase el sofá.
Aunque considerasen que no estaba en buenas condiciones, antes de tirarlo deberian haber pedido permiso a los propietarios

Los propietarios piden que el dia que marchen del immueble Vds deberan dejar un sofá de las mismas características que el que habia en su momento
Cualquier cosa que quieran hacer en la vivienda deben siempre de informarlo préviamente a los propietarios, antes de tomar ninguna decisión
Le facilito el telf y el mail de los propietarios



MI RESPUESTA:



Buenos días,

El sofá en cuestión, además de roto estaba lleno de orines. Vergüenza les debería de dar a los propietarios haber dejado un sofá en esas condiciones.

El día que nos vayamos, si así lo desean, les dejaremos un sofá igual que el que había, aunque tengamos que mearnos en él para conseguirlo.

Por último, no pedimos permiso para tirar el sofá, como no lo pedimos para tirar la gran cantidad de mierda que encontramos en la casa.

Saludos

9 de agosto de 2013

Cuadro para tu regreso

" Mama, quan torni divendres, m'agradaria que em regalessis un quadre fet per tu"

"Mmmm?? Ja veurem"



" Mamá, cuando vuelva el viernes, me gustaría que me regalaras un cuadro hecho por ti"

"Mmmm?? Ya veremos"


Cuadro hecho con material de oficina, qué queréis??

5 de agosto de 2013

De mudanzas III




Vale, la mudanza ya está hecha. Pero el trabajo aún no ha terminado. Este finde ha consistido en:

Colocar la ropa en su sitio (sin problemas, toda la mañana, pero terminé)

Adecentar la "sala de cine" (sí señor, sala de cine!)

Adecentar el jardín.

Ninguna de las dos últimas misiones ha concluido.

La sala de cine es una sala que hay al lado del garaje, con dos sofas, una pantalla enorme, unos cuantos altavoces y un proyector. Mola, eh? El problema? Por un lado, que ahora mismo está llena de trastos, como la cama de mi hijo desmontada y todos sus juguetes. Pero eso, hasta que no desmontemos la cama que hay en su cuarto ahora, no lo podemos solucionar. Por otro lado, para no variar, la MIEERDAAAAAA. Esos sofás estaban bastante nuevos, pero parecían haber pertenecido a Chewbacca! Qué asco, por el amor de un dios! Total que decidí encargarme de ellos. Empecé por quitarles las fundas y meterlas en la lavadora. Eso fue fácil. Después, con la aspiradora y rezando para que no se embozase, aspiré todas las bolas de pelo asquerosas. Para terminar, les pasé la vaporetta, por si quedaba algún ácaro, que seguro. Hasta aquí bien. Lo difícil fue, una vez estuvieron secas las fundas, ponerlas de nuevo. En la primera funda que cogí, no cabía el puto almohadón! Casi me muero, claro. Pensé: ya se han encogido con la secadora. Y ahora qué hago?? Pues hice lo de siempre que un problema así de gordo amenaza con inducirme al suicido: hacer ver que no existe y seguir con lo mío. Es decir, coger otra funda y otro cojín y empezar como si nada hubiera ocurrido. Y esta vez, lo creáis o no, pasó exactamente lo contrario!! me sobraba funda por todos lados!! Vale, Telma, céntrate. Algo estás haciendo mal. Respiré hondo, miré los dos sofás y entonces lo vi: NO ERAN IGUALES! A partir de ahí, agradecí no haberlo consultado con mi churri (qué vergüenza, por dios) y ya no paré hasta que acabé.

Por otro lado, empezaba la operación palmera. Se trata de una palmera, pero de esas sin tronco, que estaba plantada en medio del jardín. Ahí no pintaba nada. Además, no nos dejaba espacio para meter la caravana (en buena hora, de la caravana os hablaré otro día). Además, en la entrada de la casa, había un hueco redondo perfecto para ella. Así que parecía que estaba claro: la sacamos de aquí y la ponemos a la entrada, verás qué bien, nena! Bufff! Imposible... Imposible?? No conozco esa palabra!! Mi churri a veces se pone en plan Cleant Eastwood... Pero oye, el tío lo hizo, eh? tuvo que usar el coche para sacarla del agujero, porque estaba la palmera cabrona ahí agarrándose a la tierra como un gato a unas cortinas, pero la sacó. Y entre los dos la transportamos hasta la entrada, en una carretilla, que no veas cómo pesaba, y ahí la plantó. Ha quedado genial.

Después de la palmera y borracho de éxito, mi churri se emocionó y empezó a podar los setos que había en un lado del jardín que daban más asco que los sofás, si cabe. Llenos de pelos. Aaaarggg. Y el día terminaba con el jardín lleno de ramas y hojas llenas de pelos asquerosos.

Nos falta:

- la habitación del niño: desmontar y guardar la cama que tiene ahora y montarle la suya. Así subiremos sus juguetes y su escritorio y la sala de cine quedará despejada, matando así dos pájaros de un tiro.

- Limpiar el jardín de setos muertos y peludos, poner la caravana en su sitio. Nivelar el suelo dónde va la piscina y montarla.

-Reubicar la lavadora. Esta misión viene con agujero en la pared incluido...

Casi ná!

2 de agosto de 2013

Me encanta...




Me encanta...

El queso. Tranquilos, no voy a empezar a enumerar todos los alimentos que me gustan, pero no podía empezar una lista de cosas que me encantan sin nombrar el queso, no sería justo.

El sexo. Después del queso, eh? las cosas como son.

Que mi churri me deje siempre la última almendra, patata, pistacho... Es un caballero o no??

Las trardes de invierno sentadas en el suelo de la cocina, mi amiga Antonia y yo arreglando el mundo, mientras los niños juegan en el salón.

Cantar. Conduciendo, en la ducha, limpiando, cocinando... Sobre todo cuando nadie me oye.

Conducir, lo que es una suerte, porque me hago unos 200 km al día.

Poner lavadoras. Mi marido dice que soy adicta jajaja pero es que me encanta que toda la ropa esté limpia.

Acostarme sabiendo que al día siguiente no hay que madrugar. Eso es un gustazo. Al final acabamos madrugando igual, porque el cuerpo ya se ha acostumbrado, pero sin que nos obligue nadie, que no es lo mismo.

El ritual que tienen mi hijo y mi marido cada noche de abrazos y besos antes de dormir. En general cualquier demostración de afecto entre ellos. Se quieren mucho y eso me llena.

Las barbacoas con amigos en las que se alarga la sobremesa de cháchara hasta que se hace de noche. Me encanta tener buenos amigos.

Descubrir blogs interesantes y leérmelos enteros (sí, quizás sea una enferma, lo reconozco jajaja)

Escribir. Me encanta, me llena, me reconforta, me sirve de desahogo, de entretenimiento, de terapia... bufff

Ir al súper cuando acabo de cobrar. Y quierooo esto y esto y esto y... esto tambien... Y, por qué no? esto! Mola!

Ir a la peluquería. Cuando yo sea rica (porque algún día lo seré), no voy a lavarme el pelo yo sola nunca más.

Descubrir que me entra un pantalón que antes no me entraba... Eso es orgásmico!

Cotillear en el facebook. Sí, lo admito. Cotilleo las fotos de mis amigos, de los amigos de mis amigos y de los amigos de los amigos de mis amigos. Y si entro en un perfil en el que no me dejan ver las fotos me cabreo (bueno, no me cabreo, pero pienso: pues vaya caca). Y también busco a gente, no sólo de mi pasado, también de mi presente.

Salir a cenar. No tiene por qué ser a un sitio especial, me da igual un mc Donalds, un Frankfurt... El caso es que cocine otro.

Que mi hijo o mi marido me digan "te quiero" así, sin venir a cuento. O sea, que no sea colgando el teléfono o antes de ir a dormir, que ahí también me gusta eh? Pero cuando es de repente, porque les ha salido de dentro... Ahí me emociono.

Divagar. Siempre me ha costado dormirme y desde pequeña, aprovecho el ratito en que estoy en la cama, en silencio, esperando a dormirme para divagar. Y si pasara esto? Y si dijera lo otro? Y si... zzzzzzzzzzzz

Y, como ayer, he llegado al punto en que tengo que pensarlo demasiado... Así que lo dejo aquí.




1 de agosto de 2013

Me molesta...




Me molesta:

Conducir con sueño. El sueño ya es muy molesto de por sí, pero conduciendo es lo peor que hay.

El frío. Y que conste que no hace falta que sea invierno para tener frío. Yo en mi trabajo, en verano, acabo con las puntas de los dedos dormidas del frío que tengo. Puto aire acondicionado.

La gente que estando con un crío se pone a su nivel. Ya sea para jugar o para discutir. Se puede jugar con un niño sin parecer gilipollas y se le puede reñir sin expresiones del tipo: pues ahora ya nunca más voy a jugar contigo!! (por ejemplo)

Engordar. Lo odio, en serio. Cuando veo lo que me he engordado hago un esfuerzo para no entrar en una depresión profunda... Cómo se me quitan las penas? comiendo, claro!

No encontrar aparcamiento. Buuf, eso me pone de una mala leche... Ha habido veces, que al ver que no conseguía aparcar me  he vuelto a casa y punto. (Yendo a currar no, claro, ahí sigo buscando hasta que encuentro, pero cada vez más cabreada)

Cocinar. Comería cada día pizza y mc donalds con tal de no cocinar. De hecho, estuve años alimentándome a base de maiz de lata, atún y mayonesa.

Hacer deporte. Una vez un amigo del instituto me dijo: "no me gusta hacer deporte, porque sudo y me canso". Joder! lo expresó a la perfección.

Decir blanco y que entiendan negro. Ya sea por un malentendido o porque tergiversen mis palabras, me molesta que una discusión se base únicamente en hacerme entender. Si no me entiendes la discusión no tiene sentido! Me pasa bastante jajaja me debo explicar fatal :)

Ir de compras. No me gusta probarme ropa. Me baja la autoestima. Además, me duele gastar dinero en ropa que encima me queda fatal. Prefiero gastarlo en salir a cenar. (lo séee, si comiera menos la ropa me quedaría mejor)

Estar en el paro. Trabajar es un palo, estamos de acuerdo, pero cuando se me acaba una suplencia y sé que en breve voy a estar parada... Me voy hundiendo en la miseria imaginándome largas horas con una única tarea: limpiar.

Limpiar. Hay que hacerlo, yo lo sé. Y lo hago, eh? pero no me gusta. Me encanta que estén las cosas limpias, pero me encantaría más que las limpiara otro, la verdad.

Llegar tarde. Eso yo creo que me lo ha inculcado mi padre. En mi casa, desde pequeñas hemos sabido que llegar tarde a donde fuera era muy, pero que muy grave. Así que siempre llegábamos a los sitios con demasiada antelación. Y sigo haciéndolo.

Las verdades gratuïtas. Esas que nadie te pide y duelen. Por ejemplo: estás más gorda, esa camiseta no te queda bien, en esta foto sales muy fea, la comida te ha quedado fatal... Perdona?? te he pedido opinión?? quieres hacer el favor de mentirme, coño??

Que llueva. No me gusta. Sólo es agua y es necesaria, pero no me gusta.

No oír lo que me han dicho después del segundo "qué?". Ahí me da vergüenza volver a preguntar y se me queda una cara de tonta intentando que parezca que he entendido...

Perderme. Ahora con estos móviles tan fantásticos con gps incluído ya no, pero lo he llegado a pasar mal cada vez que tenía que ir a un sitioque no conocía. Mi sentido de la orientación es totalmente nulo. Yo he llegado a cruzar una calle y de repente no saber de qué dirección venía!

La playa. Hace calor, está lleno de arena, la crema pringa, pero si no, te quemas, estás luciendo celulitis y flaccidez... Estamos locos??

El pescado. Prácticamente todo lo que sale del mar, incluído el marisco. Una gamba en la ensalada no me molesta, pero comerme un plato de gambas, que hay que pelarlas, que luego apestas a gambas durante horas... Quita, quita... Yo paso. Calamares? bueeeno; atún en lata? vaaaale; salmón ahumado? tambieeeeen. Pero nada más.

A partir de ahora ya tendría que hacer un esfuerzo para encontrar más cosas que me molesten. Y las encontraría, seguro, pero si tengo que hacer un esfuerzo es que no me deben molestar tanto jajaja Las que he escrito hasta ahora me han salido solas











31 de julio de 2013

De mudanzas II




Después del primer finde perdido con el sofá y con la limpieza general, el segundo finde lo dedicamos a la mudanza en sí. Hasta ese momento habíamos estado viviendo ya en la nueva casa, pero con lo justo.

Ha sido horrible. Nos han ayudado un par de amigos, menos mal, y ha sido muy duro. Un calor! Unos sudores! Unos moratones en las piernas! De qué? Pues ni idea, supongo que de cargar cosas, no sé, pero parece que me hayan dado una paliza.

 Hasta ayer por la noche, exactamente a las dos de la mañana, no pudimos decir que la "operación mudanza" estaba concluída. Ahora sí que podemos devolver las llaves de la antigua casa, dentro del plazo (menos mal), habiéndola dejado vacía y límpia.

La que no está vacía, sino todo lo contrario es la casa nueva. Está abarrotada. Hemos decidido llamarla "la mudanza de las bolsas", ya que hemos usado unas 1700 bolsas de estas de 50 céntimos del súper para trasladarlo absolutamente todo, que ahora invaden la casa por todos los rincones. Vale, 1700 me he pasado, pero igual unas 100 sí, os lo juro. De dónde las hemos sacado? Pues una que es muy lista y, a pesar de que mi churri no hacía más que reñirme por ir acumulándolas, sabía que tarde o temprano me serían útiles. Eso o que, cada vez que voy al súper se me olvida la puta bolsa y acabo comprando otra. El caso es que nos han venido bien, porque no teníamos cajas y estas bolsas son muy cómodas.

En fin, aún queda mucho trabajo. Vaciar todas estas bolsas y colocarlo todo será chungo, pero no será lo peor. Lo peor va a ser el tema del jardín. Hay mucho que hacer ahí. A saber:

1- Trasplantar un palmito enoooorme que impide que metamos la caravana en una esquina, de donde está ahora a la entrada, donde quedará bien y no molestará

2- Aplanar la zona donde va la piscina, que ahora tiene un desnivel que te cagas

3- Montar la piscina (para lo que queda de verano? pues sí, en septiembre viene el cumple de mi niño y quiero la piscina ahí)

4- Ir a buscar el seat 124 que compró mi churri y buscarle un hueco (esto tendrá tela, el coche no anda, hace falta un remolque, el remolque no entrará por la puerta de la casa... bufff)

5- Solucionar un problema enorme que nos trae de cabeza: no hay presión de agua.

6- Desmontar la cama que hay ahora en la habitación del niño y montarle la suya, porque es más chula y él la prefiere. Esto parece fácil, pero qué va. Se trata de camas de esas con cajones y camas nido, que no sé si habéis montado y desmontado una alguna vez, pero es muy jodido.

Recuerdo que entre semana los dos nos pasamos el día trabajando. Y cuando digo el día me refiero al día entero : de 8 a 20h y ni tiempo para comer, tenemos. Así que os podéis imaginar lo agotados que estamos física y mentalmente. De todas formas, no todo ha sido malo. De este finde, me quedo con dos cosas:

1- Saber que contamos con amigos de los de verdad. Porque amigos de los de "si necesitas algo dímelo!", de esos hay muchos, pero de los que se plantan en tu casa y dicen: "qué hay que hacer?", de esos no todo el mundo tiene. Nosotros sí. Y también tenemos a la mejor amiga del mundo, que hubiera sacrificado sú único día libre en las vacaciones para ayudarnos, pero como nosotros también la queremos a ella, no la hemos dejado.

2- Ver a mi churri coger a pulso una madera de la cama de mi hijo que pesa como un muerto. Os juro que una amiga mía y yo, cogiendo esa madera entre las dos no teníamos cojones a caminar más de dos metros seguidos sin parar a descansar. Y él la cogió a pulso sujetándola un buen rato, dejándome con la boca abierta y no pudiendo evitar exclamar: cariño, eres mi héroe!!


24 de julio de 2013

Pros y contras

No os pasa que, según en qué momento de vuestra vida estáis, todo el mundo os hace las mismas preguntas? Por ejemplo: a partir de los 16, más o menos (tampoco he hecho un estudio serio) todo el mundo te pregunta si tienes ya novio. A esa edad no te importa demasiado la pregunta, es más, te ríes y contestas tranquilamente, sea cual sea la respuesta y según estén tus padres delante o no, claro. Pero a partir de los 25 (otra vez más o menos), la preguntita de marras empieza a joderte... Sobre todo si es que no. Si a esa edad ya tienes novio, la pregunta de rigor es otra: os vais a casar? y a esta, le sigue: y para cuándo el primero? Si ya estás casado y ya tienes un hijo, y no queréis más? En fin, preguntas que oyes y contestas hasta la saciedad. Porque además dan para mucho. Gente que ya te ha preguntado hace meses, te vuelve a ver y te vuelve a preguntar, porque nunca se sabe si has cambiado de idea o de situación.

Ahora, en mi caso, la pregunta de rigor es: y no le vas a dar un hermanito?? NO LO SÉ.

Últimamente es algo que ronda por mi cabeza demasiado. Y quizás sea por la insistencia de la gente, tanto preguntar. Pero no tengo ni idea. Así que voy a hacer una lista de pros y de contras.


CONTRAS

-- Soy muy mayor y eso es un riesgo para el niño y para mí. A parte de que la paciencia no es la misma ahora que hace 10 años, ni la forma física (no dormir, engordar...)

-- Engordé 20 kilos en mi primer embarazo. Entonces estaba muy flaca y la cosa no fue grave... Pero es que ahora ya me sobran por lo menos 10, te imaginas 20 más?

-- Posibles consecuencias como: estrías, flaccidez, incontinencia urinaria, hemorroides, pérdida de piezas dentales.

-- Otra vez noches sin dormir.

-- Otra vez la casa llena de trastos.

-- Gastos constantes: leche, pañales, utensilios varios.

-- Los celos de mi hijo

-- Al no tener un trabajo fijo, o me paso días enteros sin ver a mi hijo, o le veo todo el día pero no tengo ingresos. Una mierda, vamos.

-- Se acabarían los fines de semana alternos libres.

-- Miedo, pánico, terror a separarme de nuevo y a tener un hijo de cada padre.

-- Bufff

PROS

-- No creo que pudiera arrepentirme nunca de tener un hijo, por mal que fueran las cosas. De no haberlo tenido, quizás sí.

Y ya.


P.D. Obviamente no es una decisión unilateral, pero aquí sólo estoy exponiendo mi punto de vista :)


22 de julio de 2013

De mudanzas




Nosotros, mi pareja, mi niño y yo, estábamos la mar de bien en una casita adosada. Llevábamos allí un par de años, tranquilitos, hinchándonos a barbacoas y a bañitos en la piscina de tres metros, que no veas cómo cunde! Pero no sé qué especie de fuerza nos condujo a pensar que, tal y como estaban bajando los alquileres, igual encontrábamos una casa mejor y más barata. Y dicho y hecho! La encontramos! Mecachis!

Total, que sí, sí, la encontramos. Una casa pareada preciosa. Con un lavabo más, una habitación más, un jardincito precioso, parquet... Perfecta, vamos! Y además, barata! La pega? había que esperar un par de meses. Dos meses haciendo planes que se nos han hecho eternos. Dos meses en que cada día nos gustaba menos nuestra casa adosada, vieja y asquerosa en la que ya no queríamos pasar ni un minuto más de lo necesario.

Hasta que, por fin, el viernes nos dieron las llaves!! Bieeen!!Esa noche con prisas nos dieron cuatro instrucciones porque aún tenían que acabar de empaquetar porque salían el sábado por la mañana. A Múrcia, se han ido los dueños. Un matrimonio jóven con un niño pequeño. Muy agradables... Pero muy, pero que muy... GUARROS!!

Tres veces habíamos visto la casa y no habíamos sido capaces de darnos cuenta de que estaba llena de MIERDAAAAAA. En serio os lo digo, parece mentira que ahí viviera gente... Y con un crío!! Lo primero que vimos fueron pelos de perro y de gato por todas partes... Nosotros tenemos una perrita, sabemos lo que es eso... Jamás hemos llegado al extremo de pelusas como las del oeste corriendo por el salón... Pero en fin, eso lo perdonamos. Pero el primer momento de verdad crítico fue cuando decidí quitar las fundas del sofá para lavarlas. Mira... Cuando vi que debajo de la funda estaba lleno de cercos de un tono marronoso... Ahí se habían meado no una, ni dos, ni tres veces, sino unas mil o dos mil!! QUÉ ASCOOO!! Eso no había por dónde cogerlo, os lo juro. Miré a mi churri con mirada suplicante y no hizo falta nada más, estábamos de acuerdo: había que salir de allí pitando a comprar un sofá. Era necesario y era urgente.

Así que tooodo el sábado, hasta las 8 de la tarde buscando sofá. Nos recorrimos yo no sé cuántas tiendas de muebles. Un calor! Unos sudores! Una sed! Y un agobio por el trabajo que nos esperaba y que no estábamos haciendo por culpa del sofá de las narices. Y lo caros que son los sofás! Pero lo encontramos. De hecho en la segunda tienda en la que entramos. Peeeero, como somos tan sensatos, decidimos darnos la vuelta al mundo antes, para mirar cientos de sofases más, no fuera que nos estuviéramos precipitando!! Así que, cuando ya por fin nos decidimos y volvimos a por él, un poco más y nos lo quita un señor... Menos mal que no, porque hubiera sido fuerte el sirocco... Y entonces qué, nos lo llevan a casa? Sí, el jueves. El jueves? Nos lo llevamos, nena. Qué?? Sí, sí. Vamos a por la furgoneta y venimos con los dos coches! Total, que a las 9 de la noche ya teníamos el sofá en casa. Y el otro? Por la ventana. Literalmente. Al patio. Qué gustazo!! Y ahora qué? ahora a dormir y mañana será otro día.

Domingo por la mañana. Venga vamos a limpiar. Mi churri: Yo limpio la cocina, nena. Ok yo los baños. Nenaa!! Tú has visto estooo?? Eso no era una nevera! Ni un lavaplatos! Esa cocina la ve el Chicote y llama a esos que van vestidos de astronautas con mascarillas para que vengan a limpiarla. Pero no, eso no era pesadilla en la cocina. Así que la tuvo que limpiar mi churri. 6 HORAS! Tuvo que sacar los electrodomésticos fuera para darles con la manguera.

Total, que el domingo todo el día limpiando. Ni comimos! Acabamos a las diez de la noche. Agotados. La casa limpia. Sólo la casa, eh? en el garaje ni entramos... Que eso daba para dos días enteros más y no los teníamos. Y en el patio, debajo de la ventana del salón, una montaña de trastos para tirar. Qué quiere decir eso? Que aún no hemos empezado la mudanza!! Osea que el fin de semana que viene hay que hacerlo TODO. Porque entre semana trabajamos más o menos unas doce horas cada uno...

AINSSS la semana que viene os cuento si morimos en el intento.

19 de julio de 2013

Premio Feedback



Silvia  me ha otorgado el Premio Feedback: por contestar a los comentarios. Es el segundo premio que me dan (qué ilusión) y en el anterior no hice lo que me pedían (lo siento, lo siento, lo siento), pero en este caso lo haré :) Se trata de contestar a una serie de preguntas y de otorgar el premio a 4 personas más.

1. ¿Hay algún libro que no seas capaz de terminar? Pues sí, claro, unos cuantos. Ahora no se me ocurre ninguno, jajaja pero voy a mencionar uno que terminé, pero me costó un triunfo:" Las 50 sombras de Grey" Qué decepción de libro y qué rollazo!

2. ¿Cuál es tu género literario favorito? Novela

3. ¿Cuál es tu novela favoritísima del mundo mundial? Bufff las que más recuerdo son las que leí de niña, supongo que son las que más que marcaron, como "La historia interminable" o "El bolso amarillo".

4. ¿Y esa peli que no te cansas de ver? Grease!! Me encanta! Supongo que por eso he acabado con el doble de Travolta!

5. ¿Por qué te hiciste un blog? Empecé con el blog de poesía, como terapia. Es una manera de escupir mi rabia, no sé... Una vez escritas las cosas duelen menos, se ven desde fuera.

6. ¿Cuál es tu novela distópica favorita? Sé lo que significa distópica porque acabo de leerlo en el blog de Inma... Y, no sé, supongo que la mayoría de Isaac Asimov

7. ¿Verano o invierno? Verano. Odio el frío!! Demasiado calor tampoco me emociona, pero lo prefiero al frío, sin duda.

8. ¿Te gusta la lluvia? No soporto que llueva. Es ver que llueve y me pongo de una mala leche... Ah! y tampoco soporto que me vengan con: tiene que llover... Ya sé que tiene que llover!! pero que llueva de noche, coño!!

9. Tus mejores vacaciones: Hace años que no sé lo que es eso, pero este año nos vamos por ahí mi hijo, mi churri y yo y la cosa promete!!

10. Dulce o salado:  De niña era de dulce, pero no sé en qué momento ha cambiado y ahora prefiero una cervecita y unos pistachos antes que un pastel.

11. Escritor favorito: Pues depende, por nombrar a una voy a nombrar a Lucía Echevarria, que los tiene cuadrados la tía!

Ahora tengo que nombrar a 4 blogueros que contesten siempre a sus comentarios y que por tanto merezcan el Premio Feedback. La primera, Ester de "Autodidacta", la segunda Celia de "Si es gratis ponme dos!" Y las otras dos, son Inma de "Hasta el moño con C" y Silvia de "No soy Sylvia Plath", que ya lo tienen.

15 de julio de 2013

En otra vida...




Mi amiga Antonia cree que somos energías, que pasamos de una vida a otra. Escogemos en qué familia nacer, por algún motivo, y tratamos de resolver conflictos que quedaron pendientes en vidas anteriores, si es que así fuera.

Yo no sé si creérmelo, la verdad, pero he de reconocer que eso daría explicación a muchas cosas que ocurren y no sabemos por qué. Por ejemplo, cuando conoces a alguien e irremediablemente te sientes atraído por esa persona. Y no estoy hablando de sexo, que puede que también, hablo de atracción pura. Es decir, no sabes por qué, pero esa persona te llama la atención, te atrae, quieres, necesitas saber más de ella. Sientes que algo os une y no sabes qué es. Mi amiga lo tendría claro: Os conocéis de otra vida. Algo hay pendiente. Y puede que así sea.

En todo caso me encantaría poder recordar estas cosas. Sería interesante que existiera la manera de saber qué hemos hecho en vidas anteriores y qué es exactamente lo que hemos dejado pendiente, si es que hemos dejado algo. Y tampoco estaría nada mal, reconocer a estas personas que han compartido contigo vidas anteriores, más que nada para saber a qué atenerse, no?

Si de algo estoy segura es de que, en el caso de ser cierta esta teoría, Antonia y yo nos hemos querido mucho en todas y cada una de las vidas que hemos compartido. 

23 de mayo de 2013

Empatía


La empatía (del vocablo griego antiguo εμπαθεια, formado εν, 'en el formato de', y πάθoς, 'sufrimiento, lo que se sufre'), llamada también inteligencia interpersonal en la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, es la capacidad cognitiva de percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir. También es un sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra.

Eso qué quiere decir? Que tener empatía es tener la capacidad de ponerte en el lugar de otra persona y así, entenderle mejor.

Ni que decir tiene, que la empatía no abunda. Hay demasiada gente incapaz de sentirla y hay demasiada gente que ni siquiera lo intenta!

Cuando no hay empatía, no siempre está todo perdido. Es decir, es posible que no seas capaz de ponerte en el lugar del otro, porque no te sale, porque eres tontito, porque estás demasiado centrado en ti mismo... Por lo que sea! Pero SIEMPRE te queda la opción del respeto. Que no lo entiendo? Mejor me callo, no vaya a meter la pata! Pero claro, para eso hace falta un poquito de HUMILDAD. Y la gente que no tiene capacidad de empatía, tampoco suele ser humilde. Son gente que no se molesta en ponerse en el lugar de los demás, ya que están convencidos de que "los demás" están equivocados y ellos son poseedores de la verdad absoluta.

Hasta ahora he mencionado valores como la EMPATÍA, el RESPETO y la HUMILDAD. Tres valores muy importantes, que si están presentes en tu vida te la facilitan mucho. A ti y a la gente que te rodea.

Quizás, leyendo esto creas que a ti en empatía, respeto y humildad no te gana nadie. Quizás, así sea. Pero también puede ser que estés muy equivocado. Sabes cuál es la manera de saberlo? Piensa en cómo te trata la gente que te rodea. Te da la sensación de que nadie te entiende? de que todo el mundo está en tu contra? de que todos los demás son gilipollas o están mal de la cabeza? Si la respuesta es sí en al menos dos de las preguntas anteriores, EL PROBLEMA LO TIENES TÚ!! En ese caso, te recomiendo darle un giro a tu vida incorporando, esta vez de verdad, de corazón, estos tres valores en tu vida. Verás qué bien!

17 de mayo de 2013

Te ciero

"mama si te digiera
lo que te ciero no acavaria
ni en toda mi vida
ni mis ijos

dani si te digiera
lo que te ciero
no acavaria
ni vivo ni muerto

nina si te digo
lo que te ciero
acabaria en dos dias"



Este "poema" está colgado en la puerta de mi nevera. Tal cual.

(Nina es mi perrita.)

Soy más feliz!

8 de mayo de 2013

Homosexualidad




Yo soy heterosexual.

Empezar la entrada con esta afirmación puede parecer absurdo y fuera de lugar. Pero no lo parecería tanto si hubiera empezando afirmando lo contrario. Parece ser que, cuando uno es homosexual, decirlo de antemano y permitir que eso te defina no sólo es normal, sino que a veces es obligado. Y yo no lo entiendo!

A mí, personalmente, el hecho de que haya gente homosexual no me afecta en absoluto. Y lo digo de verdad. No veo amenazada mi estabilidad emocional, ni mi futuro, ni el futuro de mi país, ni de mis hijos, ni de la humanidad en general, ni DE NADA. Pero ni siquiera un poquito, eh? Por mucho que le dé vueltas, no se me ocurre en qué puede afectarme eso a mí.

Te digo más. Aunque ahora mismo los científicos del mundo entero se reunieran para afirmar, sin lugar a dudas, que de manera irrefutable, dentro de mil años, TODOS Y CADA UNO DE LOS SERES HUMANOS SERÁN HOMOSEXUALES, aunque eso ocurriera, TAMPOCO ME IMPORTARÍA!! Eso no acabaría con la especie humana!! Hace años que hemos separado el sexo de la reproducción!! No lo veis?? Hoy en día algunos, los más afortunados, somos capaces de disfrutar del sexo sin tener la más mínima intención de reproducirnos. Hoy en día, también, somos capaces de reproducirnos aunque no tengamos sexo. Por lo tanto, qué más da con quién se acueste la gente?? Se trata de ser feliz, COÑO YA!!

"Es que los homosexuales son muy promiscuos" No te jode! Y los heterosexuales!! pues anda que no hay gente en los puticlubs!! La diferencia? la discrección, ni más ni menos. El problema de la promiscuidad son las enfermedades. Luchemos contra eso! Investiguemos! Acabemos con el SIDA, no con los gays!! Acabemos con la gonorrea y el herpes y que todo el mundo pueda follar sin miedo, con quien quiera!

"Es que la familia está en peligro" PERO QUÉ FAMILIA NI QUÉ COÑO! En peligro por qué? Quizás estamos avanzando. Quizás se trata de una evolución y el ser humano acabe conviertiéndose en un ser androgino, sin diferencias entre sexos. Y qué? Cuál sería el problema?

En serio, no entiendo a la gente que se siente amenazada. Tampoco entiendo a la gente que dice frases como: "si mi hijo de mayor es gay, pues bueno, lo aceptaría, qué le vamos a hacer?" A mí no me preocupa en absoluto si mi hijo es gay o no. A mí me preocupa que sea buena persona, que tenga valores y principios, que sea feliz, que encuentre a alguien que le quiera y con quien compartir su vida, su alegría y su dolor, que esté sano, que estudie, que tenga un buen trabajo, que tenga amigos, que no se drogue... Pues anda que no hay cosas de las que preocuparse!

En fin, nada más, tenía ganas de decir todo eso y por ahí he leído que para eso es un blog, no??

7 de mayo de 2013

Un día de hace 5 años...

Hace ya unos cinco años que escribí esto... Por aquel entonces vivía sola con mi hijo y no era nada fácil. Ahora, me gusta releerlo y ver cómo ha cambiado mi vida. Por si alguien se aburre aquí lo dejo:

Un día en cinco rounds




¿Ya? ¡Joder! La alarma de tu móvil ya está sonando y a ti te da la sensación de que te acabas de acostar. Menuda mierda. Te cagas en tu padre, en tu madre y en el puto móvil. Porque tú eres así de mal hablada, no puedes evitarlo. Tienes un sueño que te mueres. ¿Es que nunca se acostumbra uno a madrugar? No. A esta tortura no puede acostumbrarse nadie en su sano juicio. En fin, no debes darle más vueltas. Tienes prisa, claro. Tú siempre tienes prisa. Y hambre. Llevas tres días comiendo como un pajarito para perder dos putos quilos. Ahora te comerías a la madre que parió al puto móvil por los pies. Pero no. No es plan. Ahí está la fiera. A los piesde tu cama. ¿Cómo lo hará para acabar ahí? No te sorprende, la verdad. No para. Nunca has visto a nadie capaz de moverse tanto mientras duerme. Sólo a él. A tu fiera de 3 añitos. Se te pasa por la cabeza que igual tiene una especie de mecanismo incorporado que funciona a base de pilas duracel, por lo menos, que le impide estar quieto más de… ¿Diez segundos? Pero ahora está ahí. Quietecito. Durmiendo “tan a gusto” como dice él. Te levantas. ¿Qué vas a ponerte? A ver… Bragas, calcetines, suje, tejanos, camiseta. ¿Negra? Sí, negra. Para no variar. Te vas al baño. Vuelves. No has cogido una toalla. ¿No hay toallas limpias? Que no te jodan. Aunque no te extraña. Imposible encontrar algo en ese armario. Te recuerda a la típica parada de rastro con un montón de ropa a 3 euros. Todo apelotonado. Ropa tuya, de tu hijo, limpia, sucia, juguetes, zapatos…De hecho, ese es el aspecto de tu casa en general. De tu vida en general, más bien. Patas arriba. En fin. Encuentras una toalla y al baño otra vez. Hace frío. La sola idea de quitarte el pijama te hace coger escalofríos. Vale. Pones el calefactor. Y mientras se calienta el baño, un café. Un café con leche para desayunar te puedes tomar. El desayuno no está reñido con la dieta. No, no. Es más, en la tele dicen que la gente delgada es la que desayuna bien. Pensándolo bien, hasta podrías mojar un par de galletas… Bufff, ¿estás tonta? Un café y se acabó. Ya está aquí tu madre. Vas a despertar al niño. Bueno, a intentarlo. Vida… Cariño… Arriba… ¡No! ¡Tápameeeee! Ahora le da por pedirte que le tapes con la sábana completamente cada mañana. Se debe pensar que si está tapado no le ves y podrá dormir eternamente y librarse del cole. Joder, igual funciona. Estás por meterte tú también bajo la sábana. ¡Qué coño! Lo haces. Los dos ahí metidos y tu fiera que, curiosamente, no para de moverse. Vale, ya van tres codazos y un dedo en el ojo. ¡Cariño! Vamos a salir de aquí que la mama se ahoga. Pero no sale, claro. Tu madre también lo intenta: venga, cariño, que es tarde. Y tú: al final la mama se va a enfadar. De hecho ya lo estás. Y tu fiera lo nota en tu tono y dice: vaaaaaaale. Y te vas a la ducha. Cinco minutos. Tú ya estás vestida; eres la polla. Tu fiera, corriendo en pelotas por el pasillo. Y tu madre detrás. Qué paciencia tiene, la tía. Ahí empiezan las amenazas: la mama ya está; si no te vistes, nos vamos y te quedas en casa solito. Y claro, al final le vistes. O le viste tu madre. Hacéis lo que podéis. Y salís de casa los tres. Tu fiera con un sombrero vaquero que tenía que llevarse a toda costa y tres pistolas. Tu madre con la chaqueta del niño, que no ha consentido en ponerse y una pedazo de bolsa llena de ropa sucia. Cómo la adoras. Y tú con el bolso, la carpeta de la autoescuela y una bata limpia en una mano, mientras con la otra intentas encenderte el cigarro que no has podido fumarte después del café. Abajo, un beso. Te quiero, mi vida. Yo también, ¿Cuánto? Todo. Ains. Tu madre y tu fiera en un coche, dirección al cole. Tú, en tu coche, dirección al curro. Primer round.


Entras por la puerta a y 57. Hay por lo menos cincuenta personas ahí dentro. Esperando. Con su número en la mano. Porque para verte a ti hay que coger número. Y eso les encanta, por lo visto. Entras en tu despacho y te pones la bata. Dejas el bolso en el hueco debajo de la mesa, la carpeta sobre ésta y sales pitando a preguntar quién es el primero. Eso les encanta también. Empiezan a gritar su número, agitándolo al viento, para que veas que no te mienten. El primero, el 37. Bien, le das al botoncito y esperas…1..2..3..31..32..33..34..35..36..¡Yaaa! Te avisan. Qué amables. Venga pase. Te sientas. ¡Mierda! No has encendido el ordenador. Con lo que tarda. Este señor quiere hora con la doctora. Para hoy, claro. Es muy urgente: lleva meses con ese dolor. Sí, lo entiendes. ¿Me espera un poquito? Es que se está encendiendo el ordenador. Cómo no. Y se queda ahí, mirándote. Con el número en la mano, levantada en alto. Se ha quedado así, paralizado. Iniciando, por favor espere. No, si tú esperas. Hoy tampoco vas a darle una patada al ordenador. Y al señor que tienes delante tampoco. Pobre hombre. Lleva meses con ese dolor… Ya. Vale. Le doy para hoy…A las doce. ¿Su nombre? ¿Cómo? Su nombre, por favor. ¿Mi nombre? Sí. Pues eso, a las doce. ¿Tan tarde? ¡Es urgente! No tengo nada antes… Y pones la cara de “perdóneme-por-existir”.Y te perdona la vida. Tú es que eres muy maja. Meeekk. ¿Ya das hora para junio, nena? Buenos días. No, todavía no. ¿No? No. Otra vez tu carita. Pero, entonces, ¿cuándo? Faltan cuatro meses. No sabes. Mejor que venga cuando falte un mes… Bueno, ¿y para mayo? Sí, para mayo sí. ¿Un análisis? ¿Le va bien el 5 de mayo? ¿El 5 de mayo? Sí, el 5 de mayo. Pues no lo sé, nena, es que falta mucho. Ya. Meeekk. Buenos días. Vengo a por las recetas de mi vecino. ¿Cómo se llama? ¿Quién, mi vecino o yo? ¿Las recetas para quién son? ¡Para mi vecino! Pues dígame el nombre de su vecino, si-es-tan-amable. Estás intentando mantener la calma, lo juras. Andrés. Aha, ¿qué más? ¿Qué? ¡Que qué más! No lo sé. Mmmm… Pues necesito los apellidos. Te mira con cara de “pues-no-los-tengo-y-no-me-voy-de-aquí-sin-las-recetas-de-andrés”.Hay que ver lo expresivos que son en este pueblo. Respiras hondo y, mientras intentas recordar a un tal Andrés, abres el Messenger. No hay nadie, vaya mierda. ¡Andrés Pérez López! ¿Puede ser? Puede ser. Bueno. Meeekk. Buenos días. Buenos Días, guapetona. Mira qué te he traído. ¡Ah! ¡Bombones! Muchas gracias, no hacía falta, es usted muy amable. Nada, nada. Ahora voy a entrar a la doctora. ¿Ahora? Sí, ahora. Me apuntas, guapa. Em… Y te planteas si salir detrás de él a tirarle los bombones por la cabeza. Pero no lo haces, claro. Por no hacer, ni siquiera te los vas a comer. ¡Puta dieta! Le apuntas y se acabó. Meeekk. Nadie. Meeekk. ¿Nadie? Te asomas, ¿alguien para mí? Silencio absoluto. ¿Nadie? Miras a un lado de la sala. A otro. No hay nadie para ti. ¡Bien! Abres el Facebook. Te encanta el Facebook. Una cabecita asoma en tu puerta… ¿No le das al timbre, nena? Así hasta las dos. Con ligeras variaciones. Pero que muy ligeras. Segundo round.


Te subes al coche. Ya cansada de la sonrisa falsa que lleva en tu cara toda la mañana. Ahora, tu cara de si-vuelvo-a-ver-a-un-viejo-pidiendo-hora-le-mato. Espejos. Retrovisores. Gafas. Para conducir hay que ponérselas, no es tu intención matar a nadie. Cigarrito. Radio. Los cuareeeenta principaaaaales. Mola. Te gusta conducir. Y más si se trata de ir a casa a comer. Joder qué hambre. Aparcas en la puerta de casa. Zona azul. ¡Cabrones! ¿Hay correo? Sí, claro, facturas. Pues vale. Tres pisos sin ascensor. Pero ya no te afectan y menos ahora que has perdido un kilito. Estás ligera. A la vez que tú sube el viejo del segundo. Subes dando pequeños saltitos. No sabes a quién pretendes demostrar lo ágil que estás; si al viejo o a ti misma. Da igual. El caso es que ya estás arriba. Abres. Dejas en la entrada las facturas. En esa montaña de papeles que hace años que no miras pero que te da miedo tirar. Nunca se sabe. El bolso en la mesa del comedor. Al lado de un móvil de juguete, una botella de plástico vacía, y 500 instrumentos de médico de plástico. Y la carpeta. Pero, ¿por qué vas paseando la carpeta? Ni idea. Tienes media hora para comer, si luego pretendes hacer algo con este desorden. ¿Ensalada y sandwich de queso? Sí. Perfecto. O, como diría tu fiera, “delichiooso”. Qué hambre tenías. ¿Y ahora? Dos opciones: recoges y limpias o te echas la siesta. En fin, ni una ni la otra: pierdes el poco rato que tenías delante del ordenador. Es la hora. Coges el bolso, un colacao, un bollito y sales pitando, en la autoescuela abren a las 4 y podrás hacer tests durante 45 minutos antes de ir a recoger al niño. Todo controlado. Subes al coche. Espejos. Retrovisores. Gafas, ya sabes. Radio. Los cuareeeenta principaaaaales. Mola. ¡Mierda! La carpeta de la autoescuela. En fin, pasas de subir tres pisos otra vez. Ya en la autoescuela, rodeada de críos. ¿A qué han venido? A hacer tests, no. Desde luego. Se te pasa por la cabeza pedirles que se callen. Pero claro, ni se te ocurre. Pasas de quedar como la típica señora (que es como ellos te ven, aunque te pese) amargada. Recuerdas cuando tú te sacabas el carné de conducir y había una de esas en la autoescuela. Así que te callas. Tú eres guay. Te estás sacando el BTP. Y además no fallas ni una. De nuevo te reafirmas en que eres la polla. Sí señor. Las cinco menos cuarto. Te piras. Tu fiera está a punto de salir del cole. Tercer round.


En la puerta del cole, observas al resto de madres. Menuda fauna. Hay de todo. Y qué mayores sois todas. Claro, sois madres. Señoras. Vais a buscar a vuestros hijos al colegio. Dios. Ya sale. ¿De dónde viene este niño? ¿De la guerra? Fijo. Lleno de polvo. Y de mocos. Por lo visto en el cole juegan a revolcarse por el suelo un ratito cada día. Estás segura de que se trata de una nueva técnica pedagógica modernísima. Técnica que deben impartir en el último curso de la carrera de Pedagogía, que es el que tú no hiciste. Técnica que debe ir unida a la estrategia de no limpiarles los mocos bajo ninguna circunstancia. Así que le abrazas y le pides…No, le ruegas, un beso. Y le sonríes. Pero esta vez es una sonrisa de verdad. ¿Qué has traído? Un colacao. ¿Y qué más? Un bollito. Ahora sonríe él. También de verdad. Él siempre sonríe de verdad. Te cuesta unos diez minutos llegar al coche. Tu fiera quiere tomarse el colacao plantado delante del cole. Sabe mejor si todos tus amigos te ven. Tú lo sabes y se lo toleras. ¿Por qué no? Vamos a cruzar. Ahí va el forcejeo diario con tu fiera. Que me des la mano. Que no. Que mira el guardia qué te dice. ¿Qué me dice? Que me des la mano. Que ya soy mayor. Que sí, que claro, pero la mano que la mama se va a enfadar. Te la da. Cruzáis. ¿A dónde vamos? A comprar. ¿Pongo música? Sí. Guay. Pero ¡No cantes! Joder, qué manía. ¿Y si cantas bajito? Que no cantes, mama. Vaaaale. Una vez en el súper, tu fiera coge el cesto. Le encanta. Y le pierdes de vista, claro. En, aproximadamente, tres minutos, medio Eroski se sabe nombre de tu fiera. Sufres pensando que en cualquier momento vas a oír un estruendo en la otra punta del súper. O temiendo que de repente aparezca tu fiera cogido de la oreja por cualquier empleado de mantenimiento. Pero no pasa nada. No sabes si es porque en el fondo el tío tiene sus límites o si se trata de pura suerte. Le localizas. Pagas. Vámonos. ¿Y ahora? Al parque. Que corra. Y tú te sientas y le miras. Hay que mirar. Igual lleva diez minutos sin acordarse de ti. Pero, ay de ti como gires la cabeza o cojas el teléfono. ¡Mama! ¡Mira! ¡Ya miro, cariño, muy bien! Qué bien se lo pasa tu fiera. Y habla con todos. Tú no. Tú le miras a él y sonríes. No te apetece escuchar a otras madres hablando de sus respectivas fieras. Te concentras en la tuya y en planear una táctica para decirle que ya es tarde sin tener que enfadarte otra vez. No funciona, claro. Jamás está preparado para abandonar el parque. Piensas que si hubiera una sábana ahí te pediría que le taparas. Pero no hay sábana. A casa ¡Ya! Porque tú tienes paciencia, pero también tienes un límite. Y sólo te falta la típica pareja de cuarentones con cuatro hijos rubísimos, la mar de bien educados, mirándote con cara de deberías-ver-más-supernani. Tu fiera está cabreadísimo. En esos momentos te odia. Y es un odio profundo, sincero, igual que cuando te quiere. Tu fiera no tiene término medio. Pero te lo llevas y te consuelas pensando que“es por su bien”. Coges las bolsas de la compra del coche y tu bolso y su mochila y la chaqueta que se ha quitado en el parque y tampoco ha querido ponerse esta vez. Y en el primer escalón, te mira. Estoy cansado, mama. Y alarga sus brazos hacia ti, con esa expresión suplicante que todas las fieras saben poner. Y tú, que una vez leíste que era un crimen obligarles a andar cuando ya no podían más, te cagas en ese pediatra que lo escribió. Y subes tres pisos con tu bolso, la mochila, la chaqueta y cuatro bolsas de plástico en una mano y en la otra, tu fiera, que aprovecha el paseo para peinarte con toda la delicadeza de la que es capaz una fiera de tres años. Y mira por donde te inspira ternura. ¿Quién te quiere a ti? La mama. ¿Cuánto? Todo. ¿Todo es más que mucho? Te lo comerías. De nuevo en casa. Cuarto round.
Tu fiera no quiere bañarse. Sencillamente no le da la gana. No le parece necesario en absoluto. De hecho, a ti tampoco te apetece una mierda discutir por eso. Pero hay una voz en tu cabeza que te dice que no puedes transigir ahí. Se ve que lo de ser madre viene con un chip que te obliga a dar importancia a cosas tales como higiene, alimentación, obediencia…A veces, te sorprendes a ti misma cabreándote porque tu fiera no te obedece. ¡Pues claro que no te obedece! Que alguien pruebe a darte órdenes a ti… Así que procuras que lo tuyo no sean órdenes, sino sugerencias. Y tardas más, claro. Pero le metes en la bañera, qué coño, porque tú, como bien sabes, eres la polla. Y le pones el pijama también a base de sugerencias. Primero este pie, mama. No, primero este. No, este. Este. Este. ¡Vale! La mama se está enfadando otra vez… Ya en pijama, te espera viendo la tele. Haces la cena asomándote de vez en cuando al comedor. Ahí está. En el sofá, la mar de tranquilo, con carita de no haber roto nunca un plato. Está agotado. Mira vida, croquetas. No te limpies con el pijama, por favor. ¿Quieres usar la servilleta? ¿No quieres más? Pero si has comido muy poco. Un poco más y te doy el postre. Venga, ¿Un yoghur? Vale. Un rato la tele y a dormir. ¡Un rato no, así! Y extiende sus dos manitas abiertas. Porque esa es su manera de decir mucho. Supones que piensa: un dedo es uno, dos dedos son dos… Si pongo todos los dedos que tengo será lo máximo… Y eso hace: enseñarte todos los dedos queriendo significar lo máximo. Y tu: cuando se acabe esto, señalando la tele. Vaaale. Y llamas a su padre. Hay que llamarle cada puto día. Manos libres. Habla con el papa, dile que has hecho hoy. Tu fiera: nada. Y mientras su padre intenta arrancarle un par de palabras más, te vas a la cocina, abres la ventana y te fumas un cigarro. ¿Ya está, vida? Dile buenas noches al papa. Dale un besito, rey. A dormir. ¡Nooo! Berrinche al canto. Pero esto es fácil. Sabes que quiere que te quedes a su lado. Así que, primero un pipi, luego le das agua, y luego a la cama. ¿Se va la mama? No. Pues, a dormir. Cuéntame un cuento. Vale. Los tres cerditos. Y colorín colorado… ¡Ese no quería! ¡Quería otro! A dormir. Mamaaa…A dormir. Mamaaa… ¡A dormir! Vale. Codazo. Patada. Dedo en el ojo. Un besito. Te quiero vida, que descanses. Yo también te quiero, mama. Será zalamero… A dormir. Y se queda quieto. Y rezas para que se haya dormido. Y sales de su cuarto lo más sigilosamente que puedes. ¡Sí! Se durmió. A media noche se vendrá a tu cama, como siempre. Pero ahora tienes dos opciones: recoger y limpiar (este medio día no has hecho nada) o acostarte temprano. Estás agotada. Y mañana trabajas todo el día. Pero ni la una ni la otra, para variar. Te sientas delante del ordenador. Y se te hace tardísimo. Así que te vas a dormir. Ya en la cama, piensas en todo lo que deberías haber hecho. Y en que tu casa parece una cuadra. Y en la cara que pondrá tu madre mañana, cuando venga a buscar a la fiera. Pero te consuelas pensando en que ya limpiarás el fin de semana. Al fin y al cabo, tampoco puedes estar en todo. Aunque seas la polla. Que lo eres. Y se te va la mente imaginando lo bonito que sería si esto…O si lo otro… Un codazo. Ya lo tienes aquí. Le tapas. Le adoras.¿Ya? Joder, pero si te acabas de acostar… Y vuelves a cagarte en el puto móvil…







A veces...




           A veces, me molesta que todo el mundo tenga siempre algo que decir. Todo el mundo sabe educar a tu hijo mejor que tú, todo el mundo sabe cocinar mejor que tú, todo el mundo sabe hacer tu trabajo mejor que tú, todo el mundo sabe aparcar mejor que tú. Y te aconsejan, con la mejor intención. Sólo quieren ayudarte. Transmitirte sus conocimientos. Conocimientos con los que deben haber nacido... Ya que hablamos de gente que igual ni tiene hijos, ni coche, ni trabajo, ni se han metido en una puta cocina en su puñetera vida!

8 de abril de 2013

Para ti!

Sé a lo que estás jugando. Y qué triste. Pero sabes? Me siento halagada. Demasiado esfuerzo. Será que yo lo valgo? Y sabes qué más? Quién calla otorga!


14 de marzo de 2013

Esas beatas repelentes e indignadas!


 
 
Esas beatas repelentes e indignadas! Todos conocemos por lo menos a una, no me digáis que no! Sabéis a qué tipo de mujer me refiero, no?  Normalmente son de clase media alta (hay beatas pobres, pero no tienen tiempo de indignarse por tonterías), pero no suele ser por méritos propios. Se trata de “mujeres de”, bien casadas con médicos, abogados, empresarios. O solteronas, de las que nunca encontraron a nadie que estuviera a su altura (estas casi son peores).

 

Se caracterizan por una indignación constante. Todo las escandaliza. Los homosexuales, el aborto, los anuncios de la tele, las minifaldas… TODO

Ellas son poseedoras de la verdad  absoluta y defienden sus principios inamovibles e innegociables. Es decir, la tolerancia no sería su fuerte. Por ende, están siempre cabreadas, tristes, escandalizadas y decepcionadas con el mundo que les rodea, lleno de gentuza sin escrúpulos que intentan vivir su vida al margen de dichos principios.

 

Yo, en el fondo, las entiendo. Imagino lo que debe ser ser poseedora de la verdad absoluta, una de las elegidas y ver como a tu alrededor la gente no se entera de nada. Normal que tengan la necesidad de abrirle los ojos a todo el mundo.

 

Esto va para todas ellas. Aun arriesgándome a escandalizarlas y/o cabrearlas un poquito más:

1.     Estoy a favor del derecho al aborto. Sí, he dicho DERECHO. Y te digo más, un derecho de la mujer. Se pongan como se pongan.

2.     Estoy a favor del SEXO. El sexo es sano, es bueno, es agradable, es natural independientemente de si es entre hombres, entre mujeres, con una persona o con 50 y de si sabes sus nombres o no. Siempre y cuando sea entre adultos y consentido VIVA EL SEXO.

3.     Estoy a favor del matrimonio entre homosexuales y de la adopción de hijos por parte de homosexuales. Qué problema hay? Que un niño tiene más  probabilidades de ser homosexual si sus padres lo son? Pues no lo sé, pero y qué? Hoy en día, el único problema que tiene un gay es que sigue habiendo beatas repelentes e indignadas. Son ellas las que sobran!!

4.     Estoy a favor del placer. Soy una hedonista. O una crápula, llamadlo como queráis. Pero me gusta sentir placer ya sea comiendo o follando o haciendo las dos cosas a la vez, no sé.

5.     Ninguna de las 4 opciones anteriores está reñida con valores como el respeto, la tolerancia, la generosidad, la fidelidad y, sobre todo, mi preferido, el que para mí es inamovible e innegociable (yo también puedo ser recalcitrante si quiero) la COHERENCIA.

27 de febrero de 2013

Cirugía




El otro día estuve viendo un programa sobre cirugía estética. No recuerdo qué programa era, lo pillé por casualidad y me enganchó. Básicamente se trataba de gente enferma, adicta a la cirugía. Parecían de goma! En serio, sabéis los típicos que tienen todos la misma cara? Pómulos hinchados, labios de carmen de mairena, ojos achinados, cejas de zapatero... Una grima... También toda una retahila de mujeres, muchas trabajadoras del Bagdad (una sala porno de Barcelona), enseñando orgullosas sus pechos operados, enooormes. En general, te pintaban la cirugía estética como algo que sólo hacían frikis, enfermos y obsesionados con su imágen. También había un par, una boxeadora que se operaba las bolsas de los ojos y una chica jóven, totalmente plana, que se ponía pecho, que parecían normales... Pero, vamos, en general lo pintaban fatal. Y eso no me gustó.

La cirugía estética no es sólo para frikis enfermos, que también, sino que tiene muchas más utilidades. Ya no voy a entrar en la cirugía reparadora (cáncer, quemaduras, etc), porque en eso estamos todos de acuerdo, entiendo. Me voy a centrar en la gente que tiene un complejo. Gente que que ha soportado toda la vida que le llamen "orejas de soplillo", o "nariz de cuervo" o "planeta"... Yo qué sé, hay miles de ejemplos... Gente que arrastra un complejo desde la infancia, en algunos casos, que no es capaz de superarlo. Gente que querría superar ese complejo mediante su madurez o su fuerza de voluntad, porque son adultos, porque son conscientes de que ese defecto no les define, pero no pueden. Y lo pasan mal. Porque es una mierda. Porque cuando un complejo te supera, aunque a muchos os cueste entenderlo, mirarte al espejo te duele, literalmente. Ese complejo no te deja ser feliz. Y en muchos de esos casos hay solución: una simple operación puede devolverte la sonrisa. Y, si puedes, no lo dudas! Arriesgas tu vida? Sí. Porque valoras el beneficio/ riesgo y prefieres intentarlo que seguir sientiéndote un desgraciado por algo que tiene solución. Y no creo que sea lícito tachar a alguien que se opera para superar un complejo de superficial.

Yo he pasado por un quirófano. Y me alegro de haberlo hecho. Mucho.



21 de febrero de 2013

Un cachete a tiempo...



Tengo que escribirlo... Aunque no vaya a leerlo nadie, o casi nadie... Aunque no conozca a nadie, o a casi nadie, que esté de acuerdo conmigo en esto... Pero para eso es un blog, para escribir :)

Lo voy a decir así, a saco, sin paños calientes y luego ya os lo argumento:

PEGAR A UN NIÑO NO ESTÁ BIEN!!

Ni un cachete, ni una nalgada, ni una bofetada, coscorrón o como queráis llamarlo... Funciona? Seguro! Pero NO ESTÁ BIEN.

En una sociedad en la que todos tenermos tan claro que pegar a una mujer es lo peor que hay. Aún tengo que escuchar o leer, cada dos por tres, que a un niño hay que pegarle, sino no aprende. Pero, vamos a ver! Un niño! indefenso! que está ahí porque TÚ has querido! que se porta mal porque TÚ no has sabido educarle! Cómo te crees con derecho??

No me sirve el argumento de que pegarle funciona. NO ME SIRVE! Pegar a tu mujer también funciona. El primer día que llegues a casa y no tenga la cena preparada pártele la cara, verás mañana que cena más rica! Pegar a un empleado también funciona, o mejor! electrocutarlo! claro! una descarga cada vez que un empleado llega tarde... O, qué sé yo, pegar a una madre. La mía a veces se pone muy pesada, si le parto la cara dejará de hacerlo? Seguro! Pero sabéis qué? NO ESTÁ BIEN!!

En estos casos que he mencionado, todos podríamos argumentar por qué no está bien pegar a una esposa, o empleado o madre, no? Me diríais: no está bien porque estás en situación de abuso, no se pueden defender. O me diríais: las consecuencias que trae un maltrato para la salud mental son brutales y nadie se las merece. O también: estamos en una sociedad civilizada, no en la puta selva, hay leyes y estas lo prohiben! O entraríamos en el tema ético y moral, o en la religión... No sé, estoy segura de que tendríais miles de argumentos, no?

Entonces.... Por qué, en cuanto se trata de niños, se os olvidan todos esos argumentos?? No es un abuso pegar a un niño? no le va a traer consecuencias? seguro?

En este momento de la argumentación siempre está el que dice: "a mí me pegaron y estoy la mar de bien". Aquí yo te diría: eso de que estás la mar de bien, habría que verlo; para empezar estás defendiendo el maltrato infantil y, en mi opinión, eso es estar un pelín trastornado. Luego, está el que diría: "hombre! una cosa es maltrato y otra es un cachete a tiempo!" Aaaaah, es decir, en el caso del marido que pega a la mujer, si la pega flojito no es maltrato?? Dónde está el límite? Y ya el argumento final: "mira, yo lo siento, pero tu hijo será bueno y no te habrá hecho falta pegarle, pero hay niños que se lo merecen porque hay cosas que no hay que permitirlas" Y aquí es donde yo me enciendo. Un niño que se porta mal, es un niño mal educado, estamos de acuerdo. Pero no por eso se merece que le peguen, en todo caso esa hostia se la merecen sus padres, por incompetentes! Hay sistemas educativos alternativos al cachete. Son más difíciles, más lentos, más trabajosos... Da pereza? Mala suerte!! Eso es ser padre!!

Y soy madre de un niño de 7 años y estoy orgullosa de poder decir que JAMÁS le he puesto la mano encima.

12 de febrero de 2013

35




Me hago mayor. En breve, voy a cumplir 35 años. Dios mío. No estoy preparada ni para decirlo en voz alta. Y no me vengáis con lo de que lo importante es cumplirlos y tonterías de esas; no me consuelan!! Me jode, me cabrea, cumplir años, no puedo evitarlo. Me ha pasado siempre.

Hubo una época en que me consolaba con la idea de que, a pesar de cumplir años inevitablemente, los cumplía estando donde quería (o donde creía que quería) estar. A mis CASI 35, hago balance y ya no sé si estoy donde debo. O mejor, dicho, sí estoy donde debo, pero no sé si el camino que he seguido ha sido el adecuado o, por el contrario, he llegado hasta aquí dando tumbos. No sé jajaja vaya lío. El caso es que a los 19 me fui a estudiar a Barcelona, compartiendo piso. A los 23 me fui a vivir con mi ex y a los 25 me casé con él. Tres años más tarde, tuve a mi hijo, con 28. Y con 29 me separé.

Ahora, hace ya casi 4 años que estoy con mi pareja, mi churri, al que adoro. Mi hijo tiene ya 7 años y no recuerda haber vivido con su padre. Desde que tiene uso de razón, vive con su madre y "su amigo" como él le llama, al que venera. Y todo está bien. Soy feliz. En serio. Me gusta mi vida. Podría ponerle matices románticos, y tal, pero no hace falta (el blog de poesía es el otro), cuando digo feliz, quiero decir feliz! Pero una cosa no quita la otra... Me jode envejecer!! :(

Cuando se va acercando mi cumpleaños, me va entrando la neura y empiezo a fijarme en la edad de la gente: Esta, qué edad tendrá? Será mayor que yo? Yo estoy tan vieja como esa? Y os juro que a todas las que son más jóvenes, las mataría!! Sin tregua!! También a todas las que son mayores que yo, pero están más delgadas, a esas muerte también!! Y, por supuesto, a las que son más guapas, más altas, más listas, aaarrrgggg jajajaja Total, que me quedaría sola en el mundo. Y aún así, me jodería cumplir años!

Es que ya son 35... No estoy preparada para los 35. No los quiero! Joooo...

7 de febrero de 2013

Resulta que ahora ya no fumo!!

     Empecé a fumar a los 14 años. Y, como no tengo término medio, y soy compulsiva con casi todo lo que hago, desde el principio empecé fuerte, fumando como una carretera. Por qué empecé? Pues para ser más guay, por supuesto! Y, lo conseguí? Claro que lo conseguí! Pero a qué precio...

En todos estos años, sólo lo dejé durante mi embarazo. Me daba la sensación de que fumar en ese estado, equivalía a coger a mi bebé y tirarle el humo directamente a la cara, y mi conciencia no me lo permitía. Me moría de ganas, pero no fumé ni un sólo cigarro durante el embarazo. Ni uno solo. Hasta el mismo día en que parí. Ese día, con el camisón aún manchado de sangre (escatológico, lo sé), salí a las escaleras de emergencia del hospital y me fumé un cigarro que me supo a gloria. No le di el pecho a mi hijo, así que ese fue el primero de muchos. Hasta ahora.

Hace 10 meses que no fumo. Estoy bien. Contenta y orgullosa. Aunque enooorme, pero feliz por haberlo conseguido. Ya no pienso en el tabaco prácticamente nada. Soy una puta foca no fumadora encantada de la vida :) Pero hoy he releído un escrito mío de cuando sólo llevaba un mes sin fumar y no puedo creer que lo haya conseguido con lo desesperada que estaba! Aquí os lo dejo:




Resulta  que ahora ya no fumo!!

Y os parecerá una tontería, pero no lo es. Por ejemplo, me aconsejaron escribir para matar la ansiedad, pero… Escribir? Sin fumar? Estamos locos? Acabo de sentarme delante del ordenador para escribir lo mal que llevo esto de no fumar y antes de sentarme he puesto el cenicero a mano! Pero no: resulta que ahora ya no fumo.
Y es que yo vivía como cualquier fumador empedernido feliz. Es decir, sabiendo que el tabaco podía matarme en cualquier momento, apestando a cenicero sucio y tosiendo como un perro todas las mañanas, pero…Oye… Feliz!! Porque si me venía a la mente cualquiera de estas cosillas sin importancia, me fumaba un cigarro y se me pasaba el disgusto.
Ahora no. Ahora me despierto por la mañana y busco el tabaco… Pero no: resulta que ahora ya no fumo. Bajo, me hago un café y busco el cenicero, pero no: resulta que ahora ya no fumo. Me ducho, me visto y antes de despertar a mi hijo me digo: primero un cigarro, pero no: resulta que ahora ya no fumo. Despierto a mi hijo, me peleo con él para que se vista, para que desayune, para que se suba al coche, para que baje del coche, para que no se pelee en la fila del cole. Y le digo adios con una sonrisa y pienso: por fin! Un cigarrito? Pero no: resulta que ahora ya no fumo. Voy a ver a mi madre y está fumando. Anda mira, tabaco… Pero no: resulta que ahora ya no fumo. Viene mi marido a comer y está fumando. Anda mira, más tabaco… Pero no: resulta que ahora ya no fumo. Veo un rato la tele. Veo tabaco, comida, comida, tabaco, tabaco y comida y mas comida y tabaco otra vez… Pero… Resulta que ahora ya no fumo. Apago la tele, qué aburrimiento, qué hambre y qué ansia… Pero?? Pues eso, RESULTA QUE AHORA YA NO FUMO ( a estas alturas ya me lo digo gritando). Voy a buscar a mi hijo y ahí en la puerta del cole mis amigas. Fumando. Claro. Pero RESULTA-QUE-AHORA-YA-NO-FUMO (aquí ya añado pausas dramáticas entre palabra y palabra). Me peleo con mi hijo por la merienda y para que meriende. Sin fumar. Me peleo con mi hijo para que no se enfade con sus amigos. Sin fumar. Escucho a mis amigas, mejor dicho, las veo mover los labios sin tener ni puta idea de lo que dicen porque sólo veo humo , sólo pienso en humo, pero: resulta que ahora ya no fumo. Llego a casa, me peleo con mi hijo para que haga los deberes. Sin fumar. Me peleo con mi hijo para que se duche. Sin fumar. La perra, de los celos, se mea en el sofá por milésima vez. Echo la funda a lavar, limpio el sofá como puedo, me cago en la peste a pis del sofá… Eh! Pero sin fumar. Hago la cena del niño. Le doy la cena al niño. Me peleo con el niño para que cene. SIN FUMAR (ya estoy tocando fondo otra vez). Respiro hondo. Acuesto a mi niño. Espero a mi marido. Me muero de hambre. Sin fumar. Con ganas de llorar, sí, pèro sin fumar. Y llega mi marido y está fumando… Y hago la cena y después de cenar no fumo. Y vemos la tele y más tabaco y más comida y más tabaco… Y yo sin fumaaaar. Y… Un cigarro y a la cama?? Maldita frase. Y ya en la cama… Pues tampoco. Porque RESULTA QUE AHORA YA NO FUMO!!
Y me estoy engordando a un ritmo bárbaro!! Y no puedo dormir!! Y me duele la boca ya de los putos chicles! Y estoy triste e irascible!! Y todo porque resulta que ahora ya no fumo.
Desde luego, entiendo lo orgullosos que están de mí todos mis amigos fumadores… Y también los ánimos que me dan todos aquellos que no han fumado nunca. Sí, sí. Lo entiendo perfectamente… JA!
Lo único que me anima a seguir con esta tortura, y lo digo en serio, de corazón, son los ánimos de los que lo habéis conseguido. Me hacéis sentir que es posible. Sois mi esperanza. MUCHAS GRACIAS. Espero conseguirlo… Pero no prometo nada…

6 de febrero de 2013

¿Y la peca de tu pie?




Una vez, hace ya años, una compañera de piso y de cuarto me confesaba que, de pequeña, creía que todo el mundo tenía una peca en el pie, igual que ella. Yo quise demostrarle la misma confianza y confesé, que lo que yo creía que tenía todo el mundo, eran dos hoyuelos en la parte baja de la espalda. Las dos nos reímos recordando el momento en qué nos dimos cuenta de que no era así. Hace poco, pensaba en ello, no sé por qué y estas son las conclusiones a las que llegué:

Y es que somos todos tan iguales, tan normales y tan patéticos! Aquí la voz en of preguntaría: y patéticos por qué? Pues por no querer creer lo normales e iguales que somos.

A lo largo de la vida, pasamos por diferentes fases. Y como siempre, se trata de acabar en el mismo sitio en el que empezamos. Si todo va bien, de niños creemos que todos somos iguales y, ya de viejos, morimos convencidos de lo mismo. Pero sí, he dicho: si todo va bien. Siempre hay escepciones.

Primera fase: la niñez.
De pequeños estamos convencidos de que si tenemos... Por ejemplo... Una peca en el pie derecho; todo el mundo tiene una peca en el pie derecho. No nos cabe ninguna duda de que así es. Vemos otros pies, obviamente, no somos ciegos. Pero no nos fijamos, somos niños y damos por sentadas nuestras "verdades" sin necesidad de comprobarlas. Hasta que, sin dejar de ser niños, entramos en la fase del ¿por qué? Y ahí sí sentimos la necesidad de comprobarlo todo. Y vemos otro pie y no tiene peca y preguntamos:
_ ¿Y la peca de tu pie?
_¿Qué peca?
_ La de tu pie!
_ No tengo
_ ¿¿Por qué??

Y nos volvemos locos mirando todos y cada uno de los pies. Y nos tranquiliza cada pie con peca que encontramos. No estamos solos! Y así, llegamos a la

Segunda fase: la adolescencia.

Aquí estamos convencidos de que los normales somos los de la peca en el pie. Y sólo nos relacionamos entre nosotros. Además, nos vestimos todos igual, vestimos igual, pensamos igual. La peca en el pie nos define, nos une!! Y así, vamos tirando en esta época tan dura como es la adolescencia, sintiéndonos parte de algo. Hasta que, sin saber cómo, ni por qué, acabamos reaccionando. Quizás nos hemos sentido rechazados por otra peca en el pie y eso nos ha hecho  abrir los ojos. Quizás, sea el hecho de que nuestras responsabilidades aumentan y el hecho de tener o no una peca en el pie nos ayuda bien poco. El caso es que empezamos a sentirnos diferentes, especiales, únicos. Sentimos que "maduramos", ya no necesitamos al grupo y pasamos a la

tercera fase: la juventud.

Somos únicos. De hecho, nuestra peca es tan distinta a las demás! Somos raros, diferentes. Sí, sí, nosotros no somos como la gran mayoría. Qué asco, la mayoría. No saben lo que quieren. Nadie ha sentido lo mismo que nosotros. Y vamos madurando, creyendo que no vamos a caer en lo mismo que todo el mundo, que nuestra vida va a ser distinta. Así, hasta que, mirando atrás, vemos que nuestra vida es igual de normal y de patética que la del resto del mundo. Estamos adentrándonos en la

cuarta fase: la madurez

Todo el mundo tiene pecas. En la cara, en el culo, en el pie. Somos tan auténticos y especiales como el resto del mundo mundial. Ni más ni menos. Y lo mejor: nos hace felices serlo y saberlo.

Como he dicho antes, esto es así si todo va bien. También puede ser que te quedes estancado de por vida en cualquiera de las fases. Véase síndromes de Petter Pan o cuarentaañeros rockeros o cincuentonas hippies, etc, etc, etc.
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