16 de septiembre de 2014

La dieta

Ayer, 15 de septiembre, empezaba el curso. Y ayer, 15 de septiembre, decidí empezar la dieta. Y fue ayer, 15 de septiembre, el primer día de fiesta que tenía mi chico en meses. Total, que a la mierda la dieta!

Estuvimos paseando por Tarragona, son las fiestas de allí y es digno de ver. La cantidad de gente que hay por la calle y cómo lo viven!

No recuerdo en qué plaza era donde tomamos una caña y tuvimos el dudoso placer de escuchar a un montón de viejecitos cantando de uno en uno, a cuál peor. Madre mía! Era para verlos, ahí en el escenario, cantando para toda aquella gente, cogiendo el micro con mucha gracia, eso sí, pero desafinando de una manera bárbara! Que yo no soy quién para hablar... Que hacía sólo un par de días estaba yo desafinando igual o más en un escenario con un par de amigos. Pero no delante de una ciudad entera!!

Luego, paseando por delante de la catedral, de repente una batucada. Qué pasada! Qué ritmo! Y qué envidia! Que te daban ganas de robarles un tambor o una pandereta y añadirte y pasarte el resto de tu vida tocando y bailando con aquella gente. Pero ahí estaba mi hijo, mirándoles con la boca abierta, sí, pero algo me dice que no lo hubiera entendido si le abandono para hacerme batucadora o batuqueira o batucarera o cómo se llamará esa gente? En fin, que les dejé marchar, tal vez el año que viene...

Y de ahí, el momento más esperado de la tarde: vamos ya a cenar? Sí! Dónde cenamos? Aah! Sorpresa! Qué guay! Pero yo estoy a dieta... Qué dieta ni qué dieta!!
Un italiano! Por el amor de un dios! Ahí entendí que lo de la dieta no podía ser. Además, no un italiano cualquiera. Uno que te cagas! Mi chico, que parece mentira que aún no me conozca, me dice: aquí, ponen unas raciones tan enormes que no te las puedes acabar! Hay qué pedir un tuper. Ah sí? Sí.



Me comí mi plato de pasta entero. Pasta rellena de queso de cabra y beicon con salsa de setas y trufa. Y un cuarto de la pizza de mi hijo, de cuatro quesos. Y pan especial de la casa con cebolla y tomate y aceitunas. Tres trozos.

Tranquilos, estoy bien. La camarera igual aún tiene la boca abierta, pero ya se le pasará, espero. Y yo he empezado la dieta hoy. Hasta ayer quería perder cuatro quilos... Después de esa cena ya no sé... En fin, ya os contaré los avances.

12 comentarios:

  1. Si ja ho vas fer bé... 6 dies de dieta i un de posar-te de pasta fins a les celles! Alguna recompensa has de tenir per passar 6 dies fent dieta, no? ;)

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    1. Qué va, Laura, ahir vaig començar i ahir mateix la vaig cagar jajajaja no vaig fer ni mig dia de dieta :)

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  2. Vas començar al revés, vale, però el orden de los factores no afecta al producto, no? Ara fas 6 de dieta y el dilluns que ve te'n tornes a l'italià!

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  3. Jajaja, yo me apunto a la teoría de Laura, y sino, ya que el orden de los factores no altera el producto, seis días comiendo como si no hubiera un mañana y uno de dieta pa compensar ¿funcionará?

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    1. No funciona, créeme, llevo así meses y he ganado cuatro quilos!! XD

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    2. ¡Eh! Yo también entendí que decía "el orden de los factores no altera el producto". Es más, lo entendí casi todo :D

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    3. Se oye DELICIOSO. ¡Yo también sería capaz, te lo juro! :D

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    4. Jajaja muy bien! Voy a dejar de poner los diálogos con mi hijo en castellano, ahora que ya veo que en catalán lo entiendes :)

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    5. Estaba realmente rico! Te creo :D

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    6. De algo tenía que servir oír a Serrat. La de veces que canté "somnia quasi com una dona" hace unos añitos ;D lo que debo mencionar, es que no te imagino viviendo en catalán.

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    7. Adoro a Serrat!!

      Con mi hijo hablo catalán, sí :)

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