6 de abril de 2010
Minicasa
Ya hace más o menos un mes que estamos instalados. Rodeados de trastos, pero instalados. He currado un montón. Estuvimos 15 días en casa de mis padres y fueron 15 días de trabajo sin parar. Para empezar, hubo que vaciar el piso en el que habíamos vivido 4 años. Un tercero sin ascensor... Si no di 30 viajes subiendo y bajando no di ninguno. Estuve 3 días con dolor de cervicales de cargar trastos. Y eso que había tirado ya muchos... Increíble. Para lo más pesado, la cama y la tele, tuve que pedir ayuda. Porque una es muy chula... Pero no es superwoman. En fin, esa fue la primera parte. Luego vino pintar. Dios, os juro que si lo sé la dejo de amarillo y fúcsia! Compré pintura blanca, no sólo porque es la más barata, sino porque al no decidirme por ningún color, pensé que el blanco era la salida fácil... Qué gran error!! Le tuve que dar 4 manos a toda la minicasa... Ese amarillo no se iba de ninguna manera! Pero quedó blanca, vamos si quedó... Y ahí vino el disgusto: resulta que al ser una casa de piedra, las paredes que estaban en contacto con el suelo tenían humedad. O lo que es lo mismo: eso no se podía pintar. Así que tenía una minicasa, blanca, con la parte de abajo de las paredes llena de roales en los que saltaba la pintura y el yeso. Buf! Ahí me vine abajo. Pero cómo se suponía que iba a arreglar eso? Yo esque soy de tendencia pesimista... Las cosas como son. Entonces, hablé con la dueña. Y ella me propuso, la mar de contenta (ella es que es así) poner un friso de baldosas, que los había preciosos y super baratos!! Aaaah... Súper baratos... Pensé... Pues espero que se refiera a súpergratis, porque por barato que sea, me he dejado la pasta en la pintura blanca de los co... Y así se lo dije: no tengo pasta, ni mucha ni poca. No hay. Y llegamos a un trato. Ella pagaba las baldosas y yo ponía la mano de obra. Vaaale. Porque resulta que mi chico es muy apañao. Igual se cose las cortinas de su casa, que pone baldosas. Y me las puso. Sí, sí. Pero bien, eh? Haciendo los agujeritos para los enchufes y todo. Eso empezaba a parecer una casa otra vez. Quedaban los muebles. Unos muebles heredados de madera, hechos polvo... Pero como ya le había cogido el gusto a la brocha... Resultado: mueble del salón, blanco, con tiradores cromados; cómoda de mi hijo azul marino, con tiradores en forma de coche; armario de mi niño azul marino (aún no hay tiradores, hay que ver lo caros que son! ). El resto de muebles: un par de mesitas, la mesa y sillas del comedor... Regalo de cumple de mis padres!! Total, que ahí estamos. Con la casa llena de trastos entre cajas de herramientas, capazos, sacos de cemento... jajaja Pero instalados y contentos. En cuanto quite los trastos y mejore el tiempo, prometo un piscolabis de inauguración en el terrado! Os mantendré informados :)
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