23 de enero de 2015

Ahora sí

Cuatro exámenes el mismo día. Era como haber retrocedido casi 20 años en el tiempo y estar de nuevo en selectividad. Y encima en sábado!

Llegué con una hora de antelación. Odio llegar tarde, sobre todo en una situación así. A parte, es que no tenía ni idea de si encontraría el sitio y, como soy una experta en perderme, no quise arriesgarme. Por otro lado, sabía que no lo iba a tener fácil para aparcar. De hecho, tuve que dejar el coche en el puto parking de la universidad y me salieron los exámenes por una pasta...

Entré en el edificio de la Rovira i Virgili y recordé mis años mozos. Qué tiempos aquellos en qué entraba en una universidad sabiendo a dónde iba! Esta vez estaba más perdida que un pulpo en un garage! Y rodeada de críos! Porque las universidades están llenas de críos... Emocionados, atolondrados... Algún pureta hay, pero son los menos. Así que ahí estaba yo, sintiéndome la abuela de todos, buscando las aulas del IOC con cara de guiri en la Sagrada Familia (boca abierta incluida).

Encontré el aula que buscaba y, como era pronto, me senté en el pasillo. Repasé por milésima vez si lo llevaba todo. Dni? Sí. Bolis? Sí. Pintan? Sí. Calculadora? Sí. Funciona? Sí. Seguro? Sí. Abrí el libro. Lo cerré. Lo volví a abrir. Lo volví a cerrar. Poco a poco, a mi alrededor se fueron sentando unos cuantos alumnos más y conseguí medio relajarme hablando y bromeando. Hasta que nos hicieron entrar.



En cuanto me dieron el exámen, hice lo que he hecho en todos y cada uno de los exámenes de mi vida, incluidos los de selectividad, el de conducir... Contestar lo más rápido que pude y salir del aula la primera. Lo lógico es tomarte tu tiempo, leerlo todo, contestar primero las que tienes seguras, luego centrarte en las que dudas, repasarlo... Yo no. Yo voy contestando en plan kamikace. Por orden. Todas. Aunque no me las sepa. Aunque tenga que inventármelas. Aunque sea tipo test de los que restan. Y no repaso, porque entonces dudo. Termino y tengo que salir del aula cuanto antes. Ya estoy. Segura? Sí. Has repasado? Sí. Y me voy.

Ya fuera, tuve que esperar a que fueran saliendo los demás. Y luego escucharles comentar lo que habían respondido, con la rabia que da eso! Pero si ya no hay nada que hacer!! Qué necesidad de torturarse así?? Que qué he respondido yo?? Yo qué sé! Pero si no sé ni si he puesto el nombre?? Ainsss.

Dos exámenes por la mañana. Al mediodía, vuelta a casa a comer un arroz buenísimo que me hizo mi amor. Y por la tarde dos exámenes más. Un día completito. Y la noticia del día: FOL (formación y orientación laboral), la asignatura más chunga, la que da más rabia, la que menos me interesaba y más me preocupaba... Podría haberla convalidado!! Y no lo sabía!! Había estado un semestre preparando la asignatura esta de mierda y no hacía falta!! Aaaarrrgggg!!! Pero me presenté igualmente, ya que estaba...

Total, he estado una semana comiéndome la cabeza. Por qué no habré repasado? Por qué no me lo habré tomado con calma? Por qué no me habré informado de las convalidaciones? Por qué me he metido en este lío? Por qué? Por qué?! Por quéeeee?! (Sí, a ratos me ponía intensa).

Hasta hoy. Hoy han salido las notas. Y he aprobado las cuatro!! Y me siento genial!! Y ya tengo ganas de empezar con asignaturas nuevas. Ahora sí que vuelvo a sentirme estudiante. Ahora sí.

3 comentarios:

  1. ¡Se oye estupendo! Que lo que venga sea así de bueno :D

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    Respuestas
    1. Gracias, Silvia!

      Sabes cuando te va tan bien que tienes miedo de que vaya a estropearse?? Pues no es mi caso. Yo estoy tan bien que estoy segura de que va a ir todavía mejor :)

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