18 de diciembre de 2014

Amigo invisible III

La abeja es un churro, mi hijo y yo estamos de acuerdo. Además, va y me dice a última hora, como quién no quiere la cosa, que este año sí sabe para quién es su regalo, para su compañera Laura. La dulce, rubia y encantadora Laura. No podiamos regalarle esa mierda, estaba claro.

Pero es que yo quería hacer algo con el mejunje de las narices!! Jo, tan difícil no podía ser... No? Lo habiamos visto mil veces en la tele! Y el chico ese ni se despeina ni ná!

En fin, después de darle unas mil quinientas treinta y dos vueltas, hemos decidido hacer unas pulseras. A qué mola? Eso a las niñas les encanta, no? A mí de pequeña no me gustaban esas cosas... Pero teniendo en cuenta que yo soy rarita, no cuenta. Además, esta vez hemos comprado témperas ( en otro chino) y sólo me he gastado 5 euros más. Bueno, en realidad 8, porque era el mínimo para pagar con tarjeta en el chino de las narices y he tenido que comprar unos lápices que no necesitaba!! Ainss...

Total, que hemos hecho un par de pulseras. Y las hemos secado con el secador más o menos durante un año o dos. Turnándonos, como buenos amigos. Y después, las hemos pintado con témperas. Y las hemos vuelto a secar con el secador. Y faltará barnizarlas con esmalte de uñas transparente, pero eso que lo haga mañana con su padre, porque yo estoy muuuy, pero que muuuy harta!!

Así es como han quedado las pulseritas. Tened en cuenta que yo sólo supervisaba... Y protegía las mangas de la pintura y el mantel y el suelo...



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